Lester Toledo: Ahora los militares también tienden puentes hacia la oposición

fotolester-toledo

 

Si bien el alto mando militar venezolano ha demostrado abiertamente inclinar su peso por una   parcialidad política, las tensiones del país con hambre y atropellado por la inflación golpean duro en mandos medios, y de allí aguas abajo.





Por Carlos Moreno /Especial para La Patilla
Madrid, España

El resultado, según Lester Toledo, diputado en el Zulia por Voluntad Popular, hoy exiliado por persecución política, es que si antes se pensaba que los puentes se tendían solo desde la oposición hacia el ala militar, ahora es una doble vía. Los militares se acercan a los líderes de oposición para prever los  escenarios de una caída del Gobierno de Maduro.

Y asegura que hay conversaciones adelantadas sobre lo que representará un 2017 que se perfila  aún más radical con la designación de Tarek El Aissami en el Ministerio de Interior. “Ya llegará el momento en que se sepan los nombres de esos militares y digan lo que tengan que decir”.

A pocos días de conmemorarse otro año del 23 de enero de 1958, fecha del renacimiento de la democracia, el legislador confía en que la manifestación de calle se dará con contundencia, pese a cualquier descontento por los resbalones de la Mesa de la Unidad y el fallido diálogo que adormiló la calle para la oposición en 2016. “Este año la ruta es precisamente la calle”, afirma en esta entrevista que se celebra en la ciudad de Madrid.

¿Qué efectividad política puede tener la declaración de abandono de cargo contra Nicolás Maduro hecha en la Asamblea Nacional?

Creo que la viabilidad de la declaración de abandono de cargo de Maduro no puede asumirse como un decreto, es una medida que debe construirse en la calle. Las razones argumentadas para tal declaratoria,  como bien lo hizo la Asamblea Nacional, son más que suficientes, es el “pater familia” que, estando presente en el hogar, no cuida de él, no lleva alimentos, no educa  los hijos, no resuelve los problemas. Es preciso que en unidad, todos los partidos establezcan una ruta y en ella destaca la de retomar la calle para lograr de nuevo la libertad junto a millones de venezolanos que sufren a cada minuto, algo que no debió dejarse nunca el año pasado. El abandono de cargo se refrendará en una elección y  se ganaría un 80 por ciento a 20, así sea en cajitas de cartón.

¿Cree que la gente que aboga por la salida de Maduro retome la calle con la misma intensidad que se fraguó a finales de 2016?

Sí, lo creo. El error de haberse sentado en ese diálogo es innegable, pero no entraré en 2017 detallando en lo negativo, sino más bien en las oportunidades. He catalogado el 2017 como el año de la esperanza y no quiero entrar en la guerra de las culpas. Lo único de lo que estoy seguro es que los mediadores internacionales, los partidos políticos y el Vaticano fueron a esa mesa con buena fe. En Voluntad Popular, desde el primer segundo, dijimos que no acompañábamos ese proceso porque conocemos muy bien al Gobierno y si hay algo que impera allí es la mala fe. Ganaron tiempo para enfriar la calle, para matar el revocatorio y las elecciones regionales y para que no se extendiera el escándalo internacional de los narcosobrinos de Maduro y Cilia Flores.

¿Y la presencia de mediadores para 2017?

Lo que nosotros le pedimos a todos los acompañantes internacionales, y es un mensaje que aprovecho llevar con mucho respeto  a todas las instancias por las que estoy de gira, es que pongan la solución de la crisis en manos de los venezolanos. Y eso pasa por una elección, que podamos decidir sobre la continuidad o no de Maduro, más democrático que eso no puede haber nada. 

Hay líderes de oposición que dicen que la gente está presente en la calle porque está en la cola o resolviendo sus problemas ¿eso es calle?

No. En este momento no. Pero volviendo a lo anterior, sí creo que la gente saldría igual que en 2016, sí confío. El pueblo ha demostrado ser noble, pese a los errores y los aciertos. Cuando la Unidad, con una convocatoria contundente y acordada llama a las calles, la gente responde.

¿Y será masivo el 23 de enero?

Sí, y también sé que el Gobierno lo sabe y esa es la causa de la ola de represión y persecución. Tratan de meter miedo a los políticos que son los que tienen que liderar esa convocatoria. Allí están los casos del diputado de Voluntad Popular Gilber Caro, a quien le sembraron armas para detenerlo y acusarlo de terrorista, o al concejal zuliano Jorge Luis González a quien también, en procedimientos irregulares le siembran pruebas o a Romer Rubio que lo persiguen. Es una lotería, todos los líderes de oposición tenemos un número, y en el Gobierno dan vuelta a la ruleta a ver quién sale.

¿Solo una jornada?

No, en absoluto, no puede convertirse en una jornada de catarsis de pocas horas. Salgamos el 23 de enero para que el mundo siga conociendo que somos muchos, pero de inmediato presentemos la ruta concreta después del 23, ¿qué haremos el 30 de enero, qué haremos el 15 de febrero? Eso se está construyendo. Allí tendríamos que ver asambleas de calle, más movilizaciones, concentraciones, todos activos, hasta desembocar en la salida electoral. Yo quiero ver la película completa, no solo el 23 de enero.

¿Olfatea el fin de la Asamblea Nacional por un golpe del TSJ?

Tenemos una dictadura que se sostiene a la fuerza en el poder. ¿Qué si pueden eliminarla? Lo harían sin problemas. Ellos saben que atropellan la Constitución. La presentación de la Memoria y Cuenta de Maduro ante el TSJ es un acto bochornoso que se da por primea vez en la historia republicana de Venezuela. Un presidente que rinde cuenta a un Tribunal designado por su propio Gobierno y no al pueblo, a los millones de venezolanos representados en la Asamblea Nacional.

¿Venezuela es una bomba de tiempo que no estalla?

Sí. Creo que el Gobierno ha infundido mucho miedo y nuestras metas son las de vencer ese miedo. El ver que detienen a diputados con inmunidad parlamentaria, o detienen a una joven porque tuitea con rechazo al Gobierno, o meten preso al dueño de tal comercio, o se llevan a alguien por tomar videos en una cola eso genera temor, a la cárcel, a la muerte. Juegan muy duro con la represión, asesorados, claro está, por los cubanos. Que Tareck El Aissami sea ahora el Ministro de Interior responde a eso, él es lo más radical de lo radical, lo único que anuncia es más represión y más persecución política. El miedo forma parte de los instintos, lo que no miden en el Gobierno es el resultado que puede tener la ecuación del miedo más la necesidad, y allí entonces sí se plantea que esto cambia o revienta. Ojalá la salida venga de la política porque los estallidos sociales nadie los controla.

¿Acepta la salida democrática aún sabiendo que se suprime el derecho a votar?

Estamos en una dictadura. Si en Venezuela existiera la democracia existieran el respeto a los derechos humanos, independencia de poderes y elecciones libres y transparentes, y no se dan. Pero es un proceso raro, porque cuando se abre la ventana electoral, las elecciones se pueden ganar, por eso es que hay que buscar, con la presión social e internacional que implosione políticamente el Gobierno y vayamos a una elección definitiva.

¿El comando antigolpe es más una reacción del Gobierno ante la falta de acción de la oposición?

Creo más bien que es una reacción a la acción de la oposición y a la declaratoria de abandono del cargo de Maduro y las movilizaciones que vienen. Buscan el psicoterror para paralizar a la sociedad y a los liderazgos políticos, pero no lo van a lograr. Nuestros líderes políticos van sin miedo y conocen de todos los riesgos, están resteados con Venezuela.

¿Y los militares, están tendiendo puentes con ellos proyectando la caída?

Pensar en una salida a la crisis de Venezuela sin participación de los militares es de tontos. Pero hoy ocurre algo interesante y por supuesto no puedo dar detalles, pero más que la oposición tendiendo puentes hacia altos rangos militares, hoy es al revés, son los militares que, dándose cuenta de que no pueden sostener un modelo fracasado que afecta a sus propias familias, que han tenido en las narices los más altos niveles de corrupción, son los que buscan abrir canales con los líderes de la oposición, el mundo militar que no está enchufado hasta la médula, ese amplio mundo militar es el que ya tiende puentes. Hay figuras claves que saldrán en su momento y dirán lo que tienen que decir.

La liberación de Manuel Rosales ¿levantó o no sospecha?

Más que personalizarlo en Manuel Rosales, hay un tema con su organización Un Nuevo Tiempo. Creo que la MUD tiene que sincerarse sobre las actuaciones de UNT. ¿Cuál es el nivel de beligerancia dentro de la MUD de esta organización?,  ¿Que por qué? Pues han habido actuaciones de este partido que son sospechosas. La alcaldesa Eveling Trejo que fue la primera en firmar el presupuesto ilegal e inconstitucional de Maduro, fue ella anfitriona de una reunión en su casa donde llamó al resto de los alcaldes del Zulia para que firmaran ese documento. Pero es el mismo partido donde milita Timoteo Zambrano, que se manifestó públicamente en rechazo a la salida de Venezuela del Mercosur y quien defendió al Gobierno fue Timoteo. Y también es el mismo partido donde milita William Barrientos, diputado de la AN tristemente célebre por faltar a la votación para designar a las nuevas rectoras del CNE. El mismo Manuel Rosales tuvo unos privilegios que ya quisieran tener otros presos políticos. Cuando ves ese coctel sospechas que algo pasa con UNT.

¿Arias lo sacó del juego para tener más fácil la reelección?

Sin ninguna duda. La vieja táctica de los zorros políticos, el acusador termina acusado. El autor intelectual de toda la patraña en mi contra se llama Francisco Arias Cárdenas, no tengo ápice de duda. El autor material fue Diosdado Cabello, jefe del Sebin, la parte macabra del Gobierno. Lo estábamos dejando en evidencia con los casos de corrupción a él y su familia, su hija presidenta de Fundasalud con quien desvió 16 millones de dólares para comprar equipos para el Hospital Oncológico de Occidente que se construye en el Hospital General del Sur, pues nunca aparecieron los equipos ni el dinero. Sospechosa de corrupción su hija y confeso él. Pero la salida de Arias Cárdenas del poder no se trata de mi, jamás individualizaría esta lucha. Se trata de las ganas de cambio de la gente, en cuanto venga una elección el Zulia va  a despachar a ese señor, pero primero vendrá el cambio nacional. 

¿Cuándo llegue el momento de esa elección regional el candidato saldrá por primarías o el consenso?

El consenso es inviable, eso ya se decidió en la MUD. Ya hay un acta sobre eso.

¿Es palabra santa eso?

Lo es, además porque hay una realidad que cambió. Hace diez años había un partido hegemónico, pero ya no más. No hay hegemonías de liderazgos políticos en el Zulia. No pondré valores, pero hay tres fuerzas que no permiten que ninguna se ponga sobre otra. No se puede negar la presencia del Rosalismo en UNT, no se puede negar la presencia en todo el estado de Primero Justicia y el trabajo hecho por Juan Pablo Guanipa, así como no se puede dejar de reconocer que Voluntad Popular es una realidad con una estructura fuerte en el Estado.

Hay quienes dicen en la misma oposición que cuando caiga el Gobierno, los que ahora están en el poder pasarán a ser oposición ¿Es esto presagio de un futuro pacto de perdones?

Una propuesta como esa es inadmisible. Será oposición aquel que no tenga culpas ante la Ley. Continuarán algunos dirigentes del chavismo con vigencia política siendo opositores nuestros, pero una cosa diferente es la impunidad y ese escenario está descartado para cuando llegue el momento. Tendrán que pagar los culpables de crímenes de lesa humanidad, detenciones arbitrarias, corrupción y demás. Venezuela no aguanta, después de estos 18 años y el atraso que representó este gobierno para nuestra nación, un pacto de perdones.