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Era la presa más antigua de Brasil, sin embargo, se convirtió en un “cementerio de tortugas”.
Totalmente seca, la desaparecida presa “Açude do Cedro” tiene más de 400 tortugas muertas.
La presa -de un siglo de antigüedad- a unos 170 kilómetros de Fortaleza, fue una de las primeras obras importantes para combatir la sequía emprendida por el Gobierno brasileño, sin embargo, actualmente no tiene ni una gota de agua.
La “gravedad” de la situación fue dada a conocer recientemente por el zoólogo Hugo Fernandes-Ferreira quien inició una investigación urgente sobre el impacto del problema.
