Detención de Santiago Guevara puede agravar su salud

Detención de Santiago Guevara puede agravar su salud

Santiago-Guevara

Fue sacado de las aulas. Ahora está en los calabozos de un Gobierno al que se enfrentó. Pero no con fusiles o piedras, sino con ideas. Santiago Guevara cumplió el sábado 72 horas detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Boleíta, Caracas. Allí fue trasladado luego de ser acusado de traición a la patria e instigación a la rebelión, reseña El Carabobeño.

La detención de Guevara puede agravar sus problemas de tensión arterial. Su hígado está delicado y su columna vertebral tiene escoliosis.

Estamos realmente muy preocupados por su estado de salud, dijo José Ángel Ferreira, vicerrector administrativo de la UC y compadre de Guevara. Sus familiares están buscando los informes médicos para demostrar que la reclusión podría, incluso, acabar con su vida. No vaya a ser que se nos muera el profesor allí adentro, dijo atemorizado su colega en conversación telefónica este sábado.

Guevara recibió el martes 21 de febrero la visita de efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en su casa en Valencia, a 134 kilómetros de Caracas. Le entregaron una citación, a la que el profesor acudió voluntariamente. Pero lo dejaron detenido y posteriormente lo trasladaron a Fuerte Tiuna, instalaciones militares.

El jueves 23, a través del Tribunal Primero de Control de la Corte Marcial fue imputado. Algo absurdo, pues se trataba de un civil siendo tratado como delincuente militar, argumentó Pablo Aure, abogado y secretario de la UC.

Pero el daño no es solo físico. Quien fuera profesor titular de la escuela de economía de la UC por 25 años, y luego con 17 años de jubilado, se dedicaba a escribir. Lo hacía todos los días. “Esa era su única distracción”, dice Ferreira. Además Guevara cuidaba a su madre, quien padece de alzheimer y tiene 86 años.

Los efectivos le quitaron su tableta y su computadora portátil. Privarlo de escribir es un daño que puede ser peor que el físico, teme Ferreira. “En el caso de él, es una tortura intelectual lo que le están haciendo. Santiago, sin sus instrumentos, no puede respirar”.

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