Investigadores aseguran que la selva amazónica no es virgen

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Un equipo de investigadores del Naturalis Biodiversity Center de los Países Bajos ha determinado que no toda la vegetación de la selva amazónica es virgen, recoge en un artículo la revista ‘Science‘.





Según la investigación los pueblos que habitan esa selva desde antes de la invasión española de América del Sur “comenzaron a domesticar plantas en los extremos de los vastos bosques amazónicos hace por lo menos 8.000 años, y sus descendientes continúan cultivando muchas especies hoy”.

El trabajo de campo resultó una tarea titánica, si se toma en cuenta que la selva amazónica es el bosque tropical más extenso del mundo, con una extensión de 6.000.000 de kilómetros cuadrados repartidos entre nueve países (Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam).

Los investigadores, liderados por el ecologista Hans ter Steege, afirman que las enfermedades traídas por los invasores y la aniquilación de gran parte de la población originaria no logró hacer desaparecer por completo el “legado verde” de esos pueblos precolombinos.

Esos habitantes tuvieron un importante impacto en la diversidad del bosque amazónico “al hacer que sus especies favoritas fueran mucho más comunes”.

Primeros hallazgos

Ya en 2013, Steege y su equipo precisaron en que la Amazonía existe un grupo de especies arbóreas consideradas “hiperdominantes” y que “la mitad de todos los árboles en la región pertenecen a sólo 227 especies”.

Algunas de esas especies de árboles siguen siendo utilizadas en la actualidad por los indígenas Yanomami del norte de Brasil, principalmente para alimentarse.

De acuerdo con la citada publicación, los científicos dispusieron de 1.091 parcelas de investigación, distribuidas en la cuenca amazónica y el llamado Escudo guayanés, para poder comprar la riqueza de tan basta vegetación. En esos espacios, se elaboró una lista de las especies leñosas que tenían evidencia de domesticación.

La mayoría de esas 85 especies, determinó la investigación, pueden sobrevivir en la naturaleza sin el cuidado de los agricultores. Además, se comprobó la abundancia y la riqueza de los árboles ubicados alrededor de sitios que no presentaron evidencia de ocupación pasada, pero también en 3.348 de estos lugares con reliquias arqueológicas.

Las especies domésticas más comunes, como el árbol de la castaña de Brasil, figuran entre los más abundantes en espacios donde se registran rastros de asentamientos humanos.En concreto, en partes del bosque amazónico pertenecientes a Bolivia las “especies domesticadas representaron hasta el 61% de la diversidad arbórea”.

Sobre el hallazgo el líder de los investigadores expresó su sorpresa: “El efecto del pueblo precolombino es mucho más pronunciado de lo que muchos de nosotros creíamos”.