La persecución y la discriminación en Venezuela, la falta de seguridad y la imposibilidad de un futuro cierto ha provocado un éxodo sin referencias en nuestra historia que nos hace recordar la época de la post guerra y las emigraciones europeas que fueron recibidas con los brazos abiertos en nuestros países, muy distinto a lo que hoy nuevas generaciones, que quizás hayan olvidado una realidad, la niegan hoy rechazando, criticando, cuestionando e impidiendo en muchos casos la emigración de jóvenes venezolanos que buscan un futuro mejor.
La comunidad internacional sabe perfectamente lo que sucede en Venezuela. Un régimen dictatorial se impone, arrasa con la libertad y con nuestros derechos y más grave aún con nuestro futuro, a ese que tenemos derecho todos los jóvenes del mundo.
Somos miles los estudiantes que hemos dejado el país, ese maravilloso país que hoy parece reducirse a un espacio simple, a un rincón del mundo. Hemos dejado nuestras familias, nuestro medio, nuestra cultura y nuestra vida para buscar seguridad y futuro en otros países que esperamos nos reciban como nosotros y nuestros antepasados, recibimos a las generaciones anteriores que buscaron asilo y refugio en un país libre con una riqueza que nunca pensamos se podía terminar.
El régimen de Nicolás Maduro ignora los derechos de los venezolanos. No solamente dentro, al violar los derechos civiles y políticos y los económicos y sociales, sino en el exterior a nosotros los estudiantes que forzados intentamos abrirnos un espacio en un mundo mejor. Los estudiantes estamos en una situación difícil, precaria, perseguido por un régimen que le impide ejercer su derecho a la vida. Niegan los pagos de las remesas a los que como estudiante tenemos derecho. Tres años ignorados, provocando una situación inaceptable.
No salimos para mendigar, salimos para enfrentar una realidad, para mejorar, para estudiar más, para mejorar nuestra formación como personas y como profesionales. Otros salieron para salvar sus vidas, para crecer, para vivir en libertad, pero siempre y eso es importante que lo sepan, todos nosotros salimos para regresar un día a ese bello país que nos dio vida y que será un día ejemplo de libertad y de dignidad en el mundo.
Es triste, es cierto, nuestra realidad y así queremos que todos afuera lo vean. No pedimos lastima, pedimos comprensión, pedimos apoyo, respeto, solidaridad, esa que siempre dimos a quienes llegaron para hacer de nuestra Venezuela su país y de la cual muchos de nosotros venimos.
Jeniffer Tovar
Es un momento difícil, duro, es verdad, pero tenemos la fuerza para enfrentarlo, para seguir adelante y por eso salimos, para regresar y rehacer un país hoy convertido en cenizas.