Domingo Alberto Rangel: La Fiscal, Henri Falcón y el policía piropeador…

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Un recordado obispo de Trujillo era reacio a reconocer las supuestas bondades de sus feligreses y solía responder a quienes le recomendaban gente por su bonhomía, con la misma pregunta: “¿Y ese señor que usted tanto alaba ha mandado alguna vez?”.

La pregunta era retórica porque todos sabían la respuesta. Para el Monseñor los seres humanos tienen dos naturalezas, una con la que todos venimos al mundo y la otra que solo se desarrolla si uno llega a un puesto con mando. El hombre de Dios solo aceptaba como gente justa a la que el pueblo reconocía como tal… después de haber dejado un cargo “con mando”.





A la Fiscal Ortega Díaz la conocí cuando fui elegido como miembro del Comité de Postulaciones del Poder Ciudadano y me tocó ser el examinador jefe de la señora que entonces optaba por el cargo de Fiscal General del Ministerio Público.

En ese entonces se decía que era la candidata de Diosdado Cabello y solo por ese detalle y porque la candidata se puso nerviosa al ver que entre los examinadores no había ningún chavista, me llamó la atención Luisa.

Una vez tranquilizada por la irresponsabilidad de sus correligionarios, como candidata la presentación de Luisa Ortega Díaz fue impecable y se ganó una de las mejores calificaciones entre los aspirantes. De manera que fue natural su inclusión en la terna elevada para ser considerada ante la Asamblea Nacional de entonces, toda roja, rojita por la estupidez de la oposición y de los medios que inventaron la bobería según la cual si los opositores se retiraban… el gobierno de Chávez caía de inmediato.

El resto es historia patria como diría una vecina de Baruta o al menos así lo era hasta que en días pasados en el estado Lara la Fiscal General se consiguió con lo que es vida cotidiana de los venezolanos que no llevamos escolta ni tenemos cargos de alto escalafón en el estado.

No repetiré lo que es conocido de mucha gente, solo lo básico: El pasado domingo, a las 2 pm, la caravana de la Fiscal pasaba por el distribuidor San Francisco en el Gran Barquisimeto y pasando una alcabala de Polilara se les ordenó detenerse sin motivo aparente. Allí comenzó la opereta.

Nada nuevo: Confieso que he pasado de madrugada las alcabalas de medio país y doy fe de que las más tenebrosas, donde los policías armados hasta los dientes acostumbran usar pasamontañas cual guerrilleros o delincuentes, es en el estado Lara donde Henri Falcón es gobernador.

Aparentemente el oficial de la policía a cargo en aquella alcabala no reconoció o no tuvo en cuenta los poderes de la dama a la que le ordenaba detenerse para ser revisada y contestó con la parejería de quien no está bien entrenado para ser policía: “Está bien mi reina pero párese a la derecha”.

Según reseña la crónica, muy cobarde o pirata por cierto porque los periodistas mencionan fuentes “extraoficiales” y no dan el nombre del oficial de policía piropeador de damas en vísperas del día de la mujer, la Fiscal se bajó de su camioneta y le ordenó a los militares que también formaban parte del operativo detener al policía por “falta de respeto”… en tiempos del general Gómez habrían añadido “a la autoridad” si la piropeada hubiese sido jefe civil.

En verdad aquel obispo de Trujillo tenía razón… ni Luisa Ortega Díaz ni el gobernador de Lara, pre candidato de la Mud a las futuras presidenciales de quien sabe cuando… no se les puede catalogar de “buenas personas”.

A Luisa porque ella más que nadie debe saber que nuestra Constitución solo pena con la momentánea pérdida de la libertad, vulgo detención, los delitos.

También debe saber la diferencia entre falta y delito.

Piropear una mujer guapa y Luisa sin duda lo es… solo rebela falta de educación y en el caso de un oficial de Polilara, mal entrenamiento. No es un delito que amerite detención y menos que lo expulsen del trabajo que fue el castigo que le dio a su policía el barbarazo de Henri Falcón.

Sobre el gobernador de Lara, ahora feliz porque a pesar de que en algunos estados a medio día del sábado no habían recolectado ni 10 firmas… logró sin embargo revalidar ante el CNE de la señora Lucena la supuesta militancia de su partido –hay testimonios de gente que asegura haber recibido 10. 000 Bs. por la rúbrica a favor de Avanzada Progresista- poco diré porque convencido de que una presunta presidencia del gobernador de Lara sería una monumental catástrofe… no añadiré nada nuevo.

Para este escribano una presunta presidencia de Henri Falcón –presunta porque el gobernador luce actuando el mismo triste papel que años atrás le tocó a Francisco Arias Cárdenas- no solo será incapaz de resolver un solo problema… sino que los va a recrudecer, incluyendo la corrupción lo que vista la actual realidad luce casi imposible.

A esto le añado que expulsar un agente que no hizo otra cosa que confundirse creyendo que podía matraquear a la Fiscal… tarea que a diario acostumbran hacer contra personas menos notables todos los policías de Henri Falcón… es una ilegal cobardía politiquera. Cobardía ilegal porque es imposible que al oficial de policía expulsado le hayan respetado el “debido proceso”… y politiquera porque la acción revela que Falcón busca el apoyo de Luisa.

¡Váyanse a la porra!