Padres gastan más de lo que ganan en la merienda escolar

En esta foto del 8 de noviembre de 2016, un niño se termina su desayuno en el salón de una escuela pública de Punta de Araya, estado de Sucre, Venezuela. Los horarios de estudio se determinan según la disponibilidad de comida para los estudiantes y muchas veces las clases se suspenden debido a la falta de agua potable. (AP Foto/Rodrigo Abd)
Un niño se termina su desayuno en el salón de una escuela pública de Punta de Araya, estado de Sucre, Venezuela (AP Foto/Rodrigo Abd)

 

El desabastecimiento de rubros alimenticios y las fallas en el Sistema de Alimentación Escolar (SAE) en los planteles, acentuada en los 235 dependientes del Ejecutivo de Anzoátegui, obliga a los padres y representantes de los niños y jóvenes en edad escolar a hacer un esfuerzo económico para garantizar el derecho a la alimentación, establecido en la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y el Adolescente (Lopnna), publica El Norte.

Entre 40 mil y 46 mil bolívares mensuales deben desembolsillar los representantes, solo en la compra de desayuno y merienda durante la permanencia de los estudiantes en las aulas de clases, lo que representa entre el 103% y 113% del salario básico de un trabajador (Bs. 40.683).





Según Rosibel Arzolay, equipar la lonchera de su hijo de nueve años se ha hecho más fácil adquiriendo alimentos ya preparados de camino al colegio, puesto que para llevarlos del hogar necesitaría hasta tres veces más de lo que ya gasta.

“Cuando estaba más pequeña le colocaba una arepa, le hacía panquecas y hasta sánduches, pero no se consigue harina de maíz a precio regulado, sino que supera Bs. 3.500 igual que la de trigo; el pan desapareció y aun así tendría que gastar mucho más para el relleno y la bebida”.

En los alrededores de las instituciones educativas, los tequeños, empanadas y pastelitos cuestan Bs. 1.000; mientras que los jugos oscilan entre Bs. 1.300 y 1.500, para un gasto de al menos Bs. 2 mil 300 diarios, que se traducen a Bs. 11 mil 500 en una semana.

Efraín Medina, padre de dos estudiantes, uno de preescolar y otro de primaria, indicó que aunque resulta costoso el pago diario de la alimentación, sigue representando un alivio al no tener que “zanquear” los alimentos a precio justo.

Indicó que en su caso, los pequeños gozan de la educación gratuita, pero que la situación es peor para quienes pagan cuotas mensuales por la educación privada, que desde el primero de marzo se incrementó en 30% para cumplir con el ajuste salarial decretado por el Ejecutivo nacional de los trabajadores.

Para Andreína González, los gastos se incrementan al preparar los desayunos en la casa, pero dice que “al final representa un ahorro porque son tres bocas que hay que mantener”, al referirse a sus hijos, todos cursante de primaria.

“En la compra de harina, queso y huevos gasto cerca de Bs. 25 mil, pero eso me alcanza una semana y creo que me ahorro entre 10 y 15 mil bolívares”, explicó.

La secretaria regional de Bienestar Social del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), Maira Marín, ha denunciada en reiteradas ocasiones que desde el inicio del año escolar 2016-2017 el ausentismo ha marcado las jornadas diarias, ante la imposibilidad de muchos padres de poder costear la alimentación de sus representados.

Destacó que la situación “se torna triste para quienes asisten con el estómago vacío, porque están dejando de prestar atención en clases”.

Marín exhortó a las autoridades educativas a ser responsables con la alimentación de la población estudiantil, para evitar niveles de deserción por malnutrición.

Deserción

La representante de Sinvema, Maira Marín, exhortó a las autoridades educativas a ser responsables con la alimentación de la población estudiantil para evitar niveles de deserción por malnutrición.

El Ejecutivo regional garantizará la llegada de alimentos a los planteles, tras la aprobación de Bs. 1.466 millones, según el legislador Julio Millán.

Yosemarys González
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