Simón Calzadilla: Gobierno quiere evadir su responsabilidad por la escasez de pan

Simón Calzadilla
 

El diputado de la Asamblea Nacional, Simón Calzadilla, opina que el objetivo principal que busca el Gobierno con el Plan 700 es trasladar la culpa de la escasez de pan a la industria panadera y provocar miedo para evadir su responsabilidad en la baja oferta de harina de trigo, base fundamental para la producción de ese artículo de la dieta básica.

Nota de Prensa





En declaraciones ofrecidas a Prensa Unidad Venezuela, el legislador describió que esta nueva herramienta oficialista es un acto de desesperación. “El Estado, en vez de abastecer más a los panaderos de harina de trigo para que haya pan en abundancia durante el día, lo que quieren es dispersar las colas para ocultar el problema y no darle solución”.

“Las panaderías producen pan proporcionalmente a la harina que les provee el único ente que en Venezuela tiene la posibilidad de importar y abastecerlas que es la corporación Casa, perteneciente al Gobierno”, indicó el parlamentario.

Asimismo, explicó que la escasez de productos básicos en el país se debe a una administración irresponsable que no ataca la raíz del problema: cambiar un modelo económico que ha fracasado. “Intentan escurrir el bulto trasladando las culpas”, dijo.

Detalló como “un acto de malandraje” las expropiaciones que han sufrido algunas panaderías de la capital venezolana.

Eso no son expropiaciones: es robo descarado de propiedad privada productiva. “El Gobierno sabe que no tiene cómo abastecer más (a las panaderías) y recurre a ese tipo de cosas para sembrar miedo en la en el sector panadero”, señaló.
Reiteró que desde la Mesa de la Unidad Democrática van a defender y a proteger a las panaderías a través de la línea política de sus organizaciones. También invitó a la sociedad venezolana a organizarse en conjunto con la MUD para avalar su derecho a una “alimentación digna y adecuada”.

Reacción de vecinos y trabajadores

Tras la expropiación temporal de la panadería Mansión Bakery (rebautizada por los colectivos como Mica), en la Av. Baralt, los vecinos de de esa área capitalina iniciaron una protesta para mostrar su disgusto ante la medida gubernamental y exigir que le ofrezcan una solución a la comunidad.

Por su parte, Ramona Morillo, trabajadora de la panadería ocupada este viernes manifestó el apoyo “a su jefe” y denunció que el Estado los dejó desempleados. “Ellos tienen que darles sus negocios a sus dueños, a mi jefe, que donde quiera que esté ese es mi jefe”.

Agregó que la producción que han sacado en estos dos días no ha sido vendida a la colectividad, pues la han trasladado en camionetas a otro lugar sin especificar el destino, dejando a las personas sin el tradicional alimento.