Juan José Moreno A.: ¿No les dará pena?

Juan José Moreno A.: ¿No les dará pena?

Esa expresión tan popular en el repertorio criollo de los venezolanos, retumba hoy en las mentes de todos quienes amamos este país cuando nos enteramos de las penurias que sufren nuestros paisanos con las constantes humillaciones en los países a los que muchos huyen, espantados por la profunda crisis que actualmente afecta a Venezuela.

Y es que pensamos, si será que no les da vergüenza a la gente del Gobierno y a quienes se hacen cómplices de sus desmanes contra una población sometida a las calamidadesa que hoy sufren los venezolanos, presentarse con esa cara tan “lavada” a través de los medios de comunicación social, para mentirle con el cinismo y la frecuencia con la que lo hacen ante la audiencia del país y de todo el mundo, presentando una “realidad” que de seguro no le creerían ni sus propios familiares.

La prensa extranjera agota inmensos espacios, en forma reiterada, para mostrar la realidad expuesta con toda su crudeza, de venezolanos que exponen su miseria durmiendo en espacios públicos y humillándose por cualquier precio para garantizarse un bocado de comida en países donde se incluyen, entre otros, algunos latinoamericanos que alguna vez recibieron la ayuda a manos llenas, especialmente del régimen chavomadurista.

De igual manera, quienes aún tenemos acceso a los modernos medios de telecomunicación, podemos enterarnos que en todo el mundo se habla del drama que vive un inmenso porcentaje de los venezolanos que rebusca en la basura sus alimentos, ante la terrible escasez y altos costos de los víveres; a lo cual debe sumarse la horrorosa situación que afecta a la inmensa porción de pacientes imposibilitada del acceso a la medicina y a la atención hospitalaria, así como de las personas que se desmayan en cualquier lugar, y de manera especial los niños en las escuelas, por no recibir una adecuada alimentación.

Cuando escuchamos hablar al Presidente del presunto éxito de lafamosa política de los Clap, nos preguntamos si será que al propio jefe del Estado no le dará pena observar a su paso con su caravana frente a los supermercados y panaderías de todo el país que las colas para comprar alimentos aumentan de manera exponencial cada día más. Y cuando hablamos de Clap, pensamos en el caradurismo de la gente del régimen cuando anuncia el despacho hacia el Perú de cien mil bolsas con los producto que importa, para ayudar a los hermanos del vecino país. De verdad que pensamos que los venezolanos somos solidarios y esa condición no la podemos perder, pero la población venezolana está hoy reclamando una ayuda humanitaria que el gobierno no nos deja recibir pese a nuestra propia emergencia.

También le preguntamos a la camarilla gobernante, si es que son o se las dan de no se sabe qué para permitir o ignorar lo que está pasando, cuando ahora los conflictos frente a las panaderías llegan a una situación tan terrible que ya se está cayendo en la violencia, entre gente que quiere defender su derecho a seguir contando con el negocio en su vecindario que por muchos años los han provisto de pan en sus diferentes formas, contra auténticos malandros que azuzados por la “revolución” pretenden controlar la producción del alimento con sus manos sucias.

Y la última, entre tantos otros motivos de vergüenza, es lo que está ocurriendo con la producción de gasolina en el país, que debido a la desinversión en la industria petrolera y los manejos evidentemente dolosos con las divisas del país hoy constituidas en escandalosa fuente de corrupción, hace su aparición en Venezuela la escasez de combustibles para mover nuestro parque automotor. Es decir, además del bochorno al que se somete a la nación, por la no adecuación tecnológica de nuestra industria petrolera para obtener los diversos derivados del crudo que requieren tanto nuestros vehículos como lo que queda del parque industrial, el gobiernoexhibe ante el mundo la cara de un país en ruina y sin ánimo de torcer el rumbo de un modelo que tiende a igualar a todos los venezolanos en la pobreza mientras la clase dirigente de su partido no escatima en lujos y derroches.

La desfachatez gubernamental es tal, que en medio de la crisis y formando parte de su continuado show propagandístico, precisamente en el momento cuando comienzan a aparecer las nuevas colas, esta vez por gasolina, Maduro obliga a la población a ser espectador de otra de las farsas a las que nos quiere acostumbrar el régimen, con la llamada “Expo Venezuela Potencia 2017”, para insistir en esa especie del cuento del “Gallo Pelón” iniciada por Hugo Chávez y que ya nadie se traga. Tan vergonzoso como este triste espectáculo, nos resulta la presencia del grupito de “empresarios” que violando el Pacto Mundial contraído por las empresas con la ONU (Foro de Davos-1999) de conciliar sus intereses con los valores y demandas de la sociedad civil, sobre la base de 10 principios en áreas relacionadas con los derechos humanos, el trabajo, el ambiente y la corrupción, se prestan sin ningún rubor a formar parte de esta triste cómica, desconociendo la realidad nacional en los mencionadosy tantos otros temas.

Por eso, debemos por nuestra parte insistir: la consulta al país debe ser nuestro tema fundamental y permanente hasta lograr que,democrática y constitucionalmente, rescatemos nuestro derecho a elegir los gobernantes con los que iniciaremos la reconstrucción física e institucionalmente de nuestro destartalado país.

@JJMorenoA

 

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