Maikel Moreno
Juan José Mendoza
Arcadio Delgado Rosales
Carmen Zuleta de Merchán
Calixto Ortega
Luis Fernando Damiani
Lourdes Suárez Anderson
Federico Fuenmayor
Corruptos magistrados:
El crimen cometido por ustedes al firmar un par de absurdas sentencias violatorias de la Constitución confirma la naturaleza hamponil de ese cuerpo, ilegítimamente constituido, integrado por alguna gente de turbias historias personales y generalmente carente de credenciales requeridas por la ley.
Este crimen se magnifica al convenir ustedes, con rapidez meteórica, a eliminar las tales sentencias por “exhorto” de un grupo rara vez convocado, llamado Consejo de la Defensa Nacional. Aceptar el citado “exhorto” de manera tan supina magnifica la irresponsabilidad que predomina en sus actuaciones, porque el citado Consejo no tiene entre sus atribuciones “exhortar” al TSJ a modificar sus sentencias, mucho menos ordenarles a puerta cerrada que ese “exhorto” sea aceptado por ustedes con la rastrera celeridad con la cual lo hicieron, trabajando en la madrugada cual ratas de albañal.
Las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia no pueden ser meros globos de ensayo, prestos a ser anulados cada vez que los representantes del Ejecutivo Nacional se den cuenta de que la pandilla ha metido la pata. Mucho menos pueden serlo por un organismo de opereta como el tal Consejo de Defensa, el cual – según el artículo 38 de la Constitución – no posee atribución alguna para “exhortar” al TSJ a cambiar de manera instantánea lo que ese organismo debería haber pensado muy bien antes de hacer.
Es evidente que esta celeridad con la cual ustedes han cumplido con el “exhorto” del grupo bufo representa una prueba más de la ineptitud y e irresponsabilidad que los caracteriza, de la indignidad que satura sus actuaciones y la mansedumbre bovina con la cual aceptan las directrices de los verdaderos amos del poder, es decir, el Alto mando Militar y la camarilla civil de la revolución.
El crimen cometido por ustedes es doble: el crimen ciudadano, al sentenciar en contra de la Nación, ensuciando su condición de magistrados de un máximo tribunal de justicia y la ineptitud y servilismo que han mostrado al retroceder abruptamente de su posición al oír el rugido del amo. Así lo confirmó el narco-payaso, cuando dijo con todo cinismo: “Ayer enfrentamos una situación compleja y puedo decir que en pocas horas fue superada exitosamente (…) Actué rápido y ya en la madrugada de hoy habíamos superado absolutamente esta situación”, ver: https://www.youtube.com/watch?v=QxgHA_saXRM
Corruptos magistrados:
Ustedes deberán salir pronto del poder y, al cesar de estar protegidos por la fuerza bruta, deberán dar cuenta a la nación por sus crímenes e indignidades.
Hay millones de venezolanos que no olvidarán lo que ustedes hicieron, no perdonarán los insultos y abusos recibidos e insistirán en que ustedes reciban el castigo merecido.
Gustavo Coronel
Traté de enviar este mensaje a la dirección electrónica del TSJ pero todos los sitios de esta cueva están caídos.