Luis Barragán: Breve misiva al señor D.H. Nylander

Luis Barragán: Breve misiva al señor D.H. Nylander

 

Estimado señor D.H. Nylander
Representante personal del Secretario General de la
Organización de las Naciones Unidas
Ciudad

Reciba un cordial saludo, como venezolano y diputado a la Asamblea Nacional. Muy probablemente, al publicarse la presente misiva, estará usted en tránsito hacia Georgetown de acuerdo a la nota oficial de la entidad internacional que tiene a bien representar. Ya anunciado, apenas supimos por las redes sociales de su encuentro con la canciller que lo tiene a usted, por cierto, como “candidato a Buen Oficiante” de acuerdo a su ilustrativo Twitter oficial.

El caso está, señor Nylander, en que las condiciones internas de Venezuela son las peores en toda su historia, sumergida en una crisis humanitaria que corre pareja a la crisis política y, no por azar, empleando medios de guerra prohibidos por los acuerdos internacionales, el gobierno intenta acallar la legítima y pacífica protesta ciudadana, negando enfermizamente el llamado a elecciones, deshonrando así una deuda contraída con la propia Constitución. Comprenderá usted que el tratamiento de la reclamación del territorio esequibano del cual fuimos tan injustamente despojados, sufre las consecuencias de una dislocación política interior que aconseja para el mejor desempeño de la misión que le ha sido encomendada, una cabal comprensión de la situación.

Se dirá que corre inevitablemente el plazo decidido por el Secretario General de la ONU, a vencerse al concluir el presente año, obviamente predispuesta Guyana a no acordarse con Venezuela para agotar todos los medios aceptados en el Acuerdo de Ginebra, negada sistemática y dolosamente a las debidas y aún más modestas negociaciones. Empero, la remisión del caso a la Corte Internacional de Justicia de la cual no es partícipe nuestro país, lejos de solventarlo, complicaría aún más el problema, tomando cauces innecesarios y hasta contraproducentes.

Por lo demás, tengamos en cuenta otro aspecto del problema, pues, así como existe una generalizada desconfianza de la comunidad financiera internacional respecto a un gobierno tan endeudado que pretende desconocer al parlamento, instancia insoslayable para aprobar o improbar toda contratación, otro tanto puede ocurrir en ámbitos muy distintos. Por consiguiente, empeñados los venezolanos en una transición democrática de difícil, mas no imposible parto, hubiese sido conveniente, como lo será en un futuro próximo, que usted también consultare y consulte a los sectores representativos de la oposición en relación al problema esequibano a objeto de garantizar aquellas coincidencias que apunten a una solución viable y pacífica, práctica y sostenible.

Quisiera abundar más en la materia, pero lo recomendable es – por los momentos – transmitirle nuestra respetuosa salutación y disposición a un entendimiento eficaz que incluya, por lo demás, un llamado a la moderación del gobierno guyanés que suele difamarnos recurrentemente. En distintas ocasiones, añadidas nuestras modestas intervenciones en la Asamblea Nacional, hemos sugerido perspectivas para un acuerdo constructivo con el vecino país que, al reconocer nuestros derechos históricos, redunde en el mejor, limpio y transparente aprovechamiento común de un territorio que contribuya al progreso social y económico de nuestros pueblos.

Atentamente,
LB

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