Juan José Moreno A.: Retemos a un debate de cara al país

Juan José Moreno A.: Retemos a un debate de cara al país

Esta visto y comprobada la imposibilidad de un diálogo “face to face” entre Gobierno y oposición, por las trampas y manipulaciones que acostumbra el oficialismo; pero considero que a estas alturas del juego valdría la pena enfrentar cara a cara a los principales representantes de los poderes del país, elegidos por votación directa y popular, es decir: de los presidentes del Legislativo y del Ejecutivo. Así de simple.

Porque sería muy interesante y necesario especialmente en este momento del agravamiento de la confrontación, ver en igualdad de condiciones en un mismo auditorio y transmitido por todo el sistema de radio y televisión, así como por las redes sociales, un debate que enfrente directamente al diputado Julio Borges con el presidente obrero Nicolás Maduro, con límite de tiempo, moderador imparcial y respuestas concretas sobre los temas que hoy exigen ser definitivamente aclarados por parte de la población.

Pensamos que sería muy conveniente establecer un cronograma de debates que aborde los temas denunciados por la oposición, relacionados entre otros con el verdadero origen de la ruptura institucional y su punto culminante con las sentencias y remiendo  consumados por el TSJ, así como el secuestro de las funciones de la Asamblea Nacional de parte de ese organismo; la progresiva arremetida contra políticos que sufren prisión  injustificada y sometimiento a juicios amañados y en jurisdicción ajena a la justicia procesal penal ordinaria; la brutal arremetida de los cuerpos policiales y militares contra manifestantes que se niegan a renunciar a su derecho constitucional a la protesta pacífica y la responsabilidad por el progresivo aumento de muertes; las verdaderas causas del desabastecimiento de bienes indispensables para la subsistencia humana, así como el uso indebido de las divisas provenientes de la industria petrolera;  la ilegalidad de los grupos paramilitares armados y azuzados por el gobiernos para agredir a los sectores de oposición;  y sobre la negativa y trampas del Ejecutivo para hacer cumplir con la Constitución de la República el derecho de los venezolanos de designar y revocar sus funcionarios de elección popular.

También el Gobierno propondría sus propios temas, entre los que nos imaginamos sus muy cacareados en materia de interés social sobre las misiones de vivienda, salud y distribución de alimentos.

Sería, como lo indicamos, un debate de cara al país que presente en un mismo escenario las dos versiones de una crisis que a cada momento se agudiza más, y sobre la que los venezolanos deseamos  formarnos nuestras propias conclusiones, y de paso dar una respuesta a la visible hipocresía del Gobierno y particularmente a Nicolás Maduro quien en forma cínica ha solicitado a la oposición que les den “una nueva oportunidad” para dialogar.

Pues bien, esa sería una magnífica oportunidad, pero sin la farsa a la que contribuyen sus aliados declarados como los expresidentes que han participado en la “facilitación” del inútil y muy desacreditado diálogo, con el apoyo de un Vaticano cuyo papel no hemos podido a estas alturas descifrar.

Y esto que planteamos tendría carácter de urgencia, pues aunque pensamos que muy difícil será detener la escalada de violencia en que se encuentra en estos momentos sumido todo el país, con protagonismo de los sectores de la población más deprimidos, resulta prioritariamente conveniente evitar el nuevo derramamiento de sangre que hoy afecta a la gran familia venezolana.

Mientras, debemos apostar a la paz, pero de manera sincera y nunca como la que plantea y ponen en práctica las autoridades gubernamentales, sin abandonar el camino de la protesta hasta lograr los objetivos que tiene planteado como su mayor reto el pueblo venezolano.

@JJMorenoA

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