Hans Wuerich, desnudo sobre la tanqueta: el último hippie venezolano

Foto AFP
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Por el motivo que haya sido. Digan lo que digan y sin ponerle mucha ciencia al asunto, Hans Wuerich forma parte de nuestra historia contemporánea. En un momento duro, amargo, se despojó de todo aquello que representa lo que somos como sociedad de consumo y ruido y recurrió a lo más básico, a lo más simple… que, en situaciones como ésta, es lo más poderoso: su humanidad. La simpleza pacifista de la piel desnuda y, porsia, una Biblia.

Por Carlos Flores @carlosfloresx para el diario El Siglo





Desde el 20 de abril de 2017, Hans, de 27 años, es una celebridad. El representante visual de un país desesperado, que grita en medio de la humillación y cuyo pulso en pro de la libertad no disminuye. Un logotipo orgánico.

No fue un acto espontáneo que despertó en medio del bullir y la anarquía. Hans lo planeó. Lo estudió. Leyó sobre actos similares. Y así, el descendiente de abuelos que huyeron de Alemania a Argentina durante la Segunda Guerra Mundial –y cuyo padre posteriormente se aventuró a Venezuela durante la dictadura de Videla- terminó montado sobre una tanqueta y hoy es entrevistado por medios de comunicación de todo el mundo. El 20 de abril, nació Hans, el desnudo. El mismo que quiere ser rapero… el mismo que no tiene cuenta de Instagram (todas las existentes son falsas); el mismo que tiene planes de irse de la Venezuela por la que se quitó la ropa.

Esta entrevista fue coordinada por su ¿agente de prensa?, Juymar García, la misma profesora que publicó en su Facebook una suerte de carta titulada “Se llama Hans Wuerich, y es mi alumno”, de la cual extraemos: “Mientras el mundo veía la imagen mi corazón lloraba, y lo reconocí, grité es mi alumno, es Hans, es mi alumno… Dios protégelo, no sueltes la Biblia, le gritaba yo a la pantalla, no la sueltes por favor. Después comencé a recordarlo en su pupitre, pensativo y soñador, sonriente y callado, preguntándome cosas desde su extrema humildad y de esa bondad desbordada. El muchacho desnudo tiene nombre, se llama Hans y es mi alumno. No estamos frente a ningún loco, quienes crean ese absurdo y oscuro cuento de su locura, están más cerca de ella que mi muchacho desnudo, se llama Hans y es mí alumno.”

Y en medio de una agenda de medios muy complicada y saturada de preguntas que tienen que ver con heroísmo, coraje, libertad y frases épicas y grandilocuentes, conversé un rato con Hans, un tipo que planificó causar escándalo y, al hacerlo, además inspiró a más personas de las que él pudiera imaginar.

-A ver, Hans, vamos a poner todo esto en contexto. ¿Cómo se prepara mentalmente una persona que va a salir desnuda en medio de una protesta masiva; represión gubernamental, bombas lacrimógenas (porque se sabía de antemano que todos esos componentes estarían presentes)? ¿Cómo fue esa madrugada antes de la marcha?
“Mira, me costó dormir full. Dormí tal vez una hora. Por los nervios no podía dormir. Me levanté en la mañana. De paso no había cenado nada la noche anterior y en la mañana no desayuné. Me lancé un buche de agua y para la calle.”

-¿O sea, ni una arepa, ni nada?
“Ajá. Igual tampoco cené la noche anterior por los nervios.”

-¿No tienes amigos?, alguien que te dijera: ¿qué te pasa, de qué hablas, cómo vas a protestar desnudo?
“No. Tampoco se lo comenté a nadie; ni a mi familia ni amigos. Yo solito me lancé esta vuelta.”

-¿Qué causó que investigaras sobre las protestas sin ropa?, ¿fue algo en específico?
“Bueno, días anteriores asistí a las marchas, tragué bastante lacrimógenas. Dentro de las marchas pensé en hacer algo distinto que pudiera causar algo, algún escándalo. Siempre es lo mismo: piedras contra bombas. En esa impotencia me puse a investigar ese tipo de protestas en todo el mundo y me di cuenta que en España la gente se desnudaba contra las corridas de toros. En Estados Unidos una mujer se desnudó contra Donald Trump y en Brasil hubo una chica que hizo algo similar a lo mío. Y también la señora de la tanqueta me inspiró full. Y como soy creyente de Dios, bueno, nada, vamos a llevarnos la Biblia y a montarnos en esa tanqueta.”

-¿Cómo te encuentras físicamente?, te llenaron de perdigones…
“Mucho mejor, ya me están cicatrizando las heridas. En el momento no sentí nada, supongo por la adrenalina. Pero al llegar a casa sí sentí mucho dolor.”

-¿Y cómo fue tu regreso a casa? Es decir, llegas, entras, “hola mamá, ¿viste lo que hice?”, ¿cuál fue la reacción de tu familia?
“Que estaba loco. Que leer la Biblia me estaba volviendo loco (risas).”

-Sí, um, imagino que la Biblia puede volvernos locos…
(Risas) “Mi madre se puso a llorar, se tiró al piso. Yo también me tiré al piso y lloramos los dos en el piso y resolvimos todo en el piso. Gracias a Dios ella está bien.”

Rimas y fotos

Ya se ha escrito y reescrito que Hans es comunicador social, pero que jamás ha ejercido la profesión. Que trabaja con su familia, pero por motivos de seguridad prefiere no detallar al respecto. Sin embargo, Hans sería muy feliz desde un escenario, rapeando sobre problemáticas sociales… o tomando fotos, lo que ocurra primero.

-¿Por qué estudiaste comunicación social?, ¿qué te llamaba la atención inicialmente?
“Nada me llamaba la atención.”

-¿Estudiaste un carrera que no te gustaba? Imaginé que me saldrías con que habías estudiado comunicación para luchar por la libertad de expresión, qué se yo…
“Es que estaba más chamín y no sabía qué hacer. Al final fluyó. Me llamó la atención esto de la fotografía, el medio audiovisual.”

-Pero tampoco te has dedicado profesionalmente a la fotografía…
“No. Nunca he tenido una cámara.”

-¿Nunca?
“Es que no he tenido la oportunidad de comprármela y estoy muy frustrado con eso. Pero sé que pronto saldrá y tendré esa oportunidad.”

-Um, ok. Pero vamos a imaginar un poco: si pudieras dedicarte a algo el resto de tu vida, algo por lo que sintieras pasión, ¿qué sería?
“Me gustaría hacer rap, música hip-hop.”

-¿Ah?, ¿quieres ser rapero?
“Sí, además de la fotografía”.

-¿Y desde cuándo te gusta el rap, ha sido el género de música que te moldeó desde joven?
“No. Me gusta desde hace como tres, cuatro años; ahí fue cuando empecé a escuchar rap.”

-Mmm… perfecto… ¿y qué artistas te llaman la atención, cuáles son tus gigantes del hip-hop?
“No, comencé a escuchar artistas de acá, de Venezuela, de Colombia, Argentina. Me llamó la atención las letras con contenido social, humano. Me fluye un poco la escritura, la rima. Claro, me hace falta el practicar, cantar. Todo poco a poco.”

-Qué bien, ¿Has grabado algo, algún demo?
“No, no he tenido chance.”

-Pero imagino que al menos en tu habitación, tú sabes, una improvisación, algo así…
“No, si supieras que no.”

-¿Pero has escrito canciones?, me dices que te “fluye la escritura, las rimas”…
“No. Tampoco.”

-Ehhh, a ver si entiendo, ¿quieres ser un artista de hip-hop pero jamás has escrito una canción y también fotógrafo pero jamás has tenido una cámara?
(Risas) “Sí. Bueno, he escrito algunos bocetos, algunas cositas. Aunque ahorita creo que tendré más inspiración con las cosas que me han pasado” (risas).

-Claro…

El diablo está en Venezuela

Si bien la desnudez de Hans causó –obvio- impacto visual, el hecho de estar acompañado solamente por la Biblia, le añadió un componente adicional, un vínculo, nexo con la gran multitud de creyentes (y hasta los que no son) en Venezuela y el extranjero.

-¿Eres religioso, en qué crees?
“En Dios.”

-Ya veo…
“Igualmente hace como 3, 4 años empecé a leer la Biblia. Tengo amistades cristianas, ellos me comentan sobre Dios.”

-Pero, ¿perteneces a alguna religión, iglesia?
“No, ni Testigo de Jehová ni nada.”

-O sea que no vas a ir los sábados a tocar la puerta de mi casa para entregarme ¡Despertad! y la Atalaya…
“No, no ando con esa cantaleta. Ando relajado (risas).”

-¿Hubo una sensación de haberte quitado un peso de encima luego del evento?
“Sí, sí. Tuve esa sensación. Se fue la tensión, nervios, frustración; la impotencia de ver tanta injusticia en la calle… fue como saber que había puesto un granito de arena, a mi manera. Y sí creo que se hizo sentir y gracias a Dios todo esto corrió por todo el mundo. Se me quitó un peso de encima.”

-Digamos que alguien en Ucrania o en cualquier otro país, vio lo que hiciste, ¿cuál es el mensaje que quieres que les llegue?
“Que vean que este gobierno está conformado por un poco de pobres diablos; son unos demonios que tienen a Venezuela toda oscura. Pero que el pueblo de Venezuela está con Dios… y cuando el pueblo está con Dios no hay demonio que valga. Ese es el mensaje.”

-Hans, aquí en confianza, ¿crees que el Diablo está involucrado en todo esto? Me refiero al Diablo, Diablo, el enemigo de Jesús, el gerente general del infierno…
“¡Claro, pos supuesto! Alguien, como tú y como yo, que tenga cuatro dedos de frente, que aplique la lógica y use el sentido común, se da cuenta.”

-Mmm… sí… yo me la paso diciendo eso… Ni te cuento de toda la culpa que le echo al Diablo…
“Es que, mira, tanto neonato fallecido, tanta hambre, injusticia; tanto muerto. Venezuela siempre ha sido insegura, pero ahorita está peor. Aquí tiene que estar el diablo metido. Cualquier ente positivo no nos haría esto.”

-¿Entes positivos, como ángeles y otros?
(Risas).

-Obviamente tu vida ha cambiado en estos pocos días. ¿Has pensado, explorado alguna posibilidad para tu futuro que antes no existía?
“Oye, no he pensado en eso. Tengo muy claro mis proyectos, pero quién quita. Uno no puede decir, de esta agua no beberé. Capaz y fluyen otras oportunidades y si me gustan y hay corazón, vamos a darle.”

-Cierto… debe haber “corazón”… Hans, lo que hiciste es bien hippie, podría relacionarse con la contracultura de finales de los 60’s, ¿tienes alguna noción de ese movimiento, de lo que pasó en esa época?
“Sí, tengo una noción e incluso de más atrás… cuando Gandhi.

-Gandhi fue tremendo hippie…
“Fue alguien que apoyó la protesta pacífica en extremo. Fue hardcore por ser tan pacífico. Y de eso también se trata. Si los que nos reprimen son full violentos, nosotros seremos full pacíficos. Y para eso debes perderle el miedo a la muerte.”

-¿No le temes a la muerte?
“No.”

-Te llaman “héroe”, ¿qué se siente eso?
“Wow, es muy fuerte para mí ver la cantidad de mensajes que me han enviado con ese mismo mensaje. Estoy agradecido. Me llenan de fuerza, confianza. Me infla el pecho.”

-¿Y quién más te infla el pecho? ¿Tienes pareja?, ¿alguien con quien has podido compartir toda esta experiencia?
“No, no tengo novia. Comparto con mis panas, mi familia. Con ellos todo súper bien.”

-Los chavistas dicen que ese día estabas completamente drogado…
(risas) “No, realmente para nada. Ellos están completamente equivocados. Con mis cuatro dedos de frente sobró. Yo estudié bien el tema. Nada que ver con eso y menos y menos en una situación como ésa.”

-No imagino un peor lugar para estar drogado que en medio de una protesta, con represión, disparos y caos…
(risas) “Totalmente. Yo estaba súper sobrio. Ni siquiera un traguito. Más bien estaba pasando roncha con el hambre que tenía.”

-¿Y cuál es tu próximo paso, tú sabes, en toda esta movida pro libertad? ¿Qué planes tienes?
“Tengo planes de irme del país.”

-¿Qué? Después de todo esto, ¿te vas a ir de Venezuela?
“Bueno, antes de hacer lo que hice tenía esos planes, y los mantengo. Planes de irme del país por proyectos personales.”

-A tus fans no les gustará saber eso… ¿y qué le dices a los que quieran seguir tus pasos y protestar sin ropa?
“Resistencia, lucha. Si estamos con Dios no le temamos a la muerte, pase lo que pase. No abandonemos a esta hermosa mujer llamada Venezuela, que está gobernada por el demonio.”

-Aquí en confianza, ¿en serio no te dio pena justo en el instante en que te bajaste el short?
(risas),”No no, hermano,. No sentí pena sino que más bien se me quitó el nerviosismo que tenía desde la madrugada. La ropa y la vergüenza se quedaron en el pavimento.