Aruba, la caribeña “isla feliz” que ofrece más que playas y compras

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Aruba, la “isla feliz”, no solo ofrece a sus visitantes playas de arena blanca y centros comerciales exclusivos, también tiene una riqueza natural vinculada a la historia de sus primeros pobladores que abre una puerta al pasado para quienes la visitan.

Al adentrarse hacia el norte del monte Hooiberg, se encuentran las monumentales formaciones de Rocas de Casibari, un sitio donde se puede apreciar todo el paisaje de la capital de la isla caribeña, Oranjestad, pero también de las montañas y planicies circundantes bordeadas de cactus.





En el lugar, de acceso libre, se aprecian rocas gigantescas a las que se pueden escalar por trochas que simulan un camino hacia las alturas, y en las que algunos visitantes tienen que doblar su cuerpo para pasar por atajos que los llevarán a la cumbre donde usualmente se toman una “selfi” panorámica.

En un recorrido, el guía de turismo profesional Johnny Angela explicó que Casibari fue poblado por los indígenas que dejaron su huella a través símbolos grabados en las rocas, que los historiadores piensan formaban parte de ritos religiosos .

Los indios Caquetíos (de la tribu Arawak) se consideran los primeros pobladores de la isla que llegaron desde Suramérica. En el lugar se han encontrado rastros que datan de más de 1000 años d.C, como las pinturas antiguas que se conservan.

En el trayecto por la isla, el instructor que guiaba a un grupo de turistas que llegó a Aruba a bordo de un crucero Zenith, indicó que otro paraje extraordinario es el Puente Natural, una forma geológica de piedra caliza coralina que se derrumbó el 2 de septiembre de 2005. Ahora solo quedan los restos y el recuerdo de uno de los paisajes más memorables, según los lugareños.

El arco natural medía aproximadamente 7,6 metros de altura y 30 metros de largo, era el remanente de una antigua cueva y fue el puente natural más largo del Caribe.

Y cerca sobresalen en las planicies las Ruinas de las Minas de Oro de Bushiribana, donde es común ver a los visitantes pasear a caballo y recorrer a pie la arquitectura colonial del sitio, que data de los años 1400 y 1500.

Pedro De la Cruz, un manejador de caballos del Rancho La Ponderosa y de nacionalidad dominicana, comentó a Efe que hay mucha demanda por realizar paseos por los terrenos naturales de Aruba.

Flamingos enjoying the beach in Aruba.

 

Expresó que por día tiene tres excursiones con grupos de 15 personas, que es cubierto por los más de 27 equinos del rancho.

De la Cruz dijo que está satisfecho con el Gobierno de Aruba por las oportunidades y facilidades que brinda para los extranjeros.

“Veo como latino cosas muy buenas que se hacen aquí, si usted va a un país y no ofrecen algo agradable el visitante no va a venir”, manifestó el hombre, con más de 30 años de experiencia.

Otro sitio histórico que ofrece Aruba a los visitantes es el Faro California, una estructura situada al noroeste de la isla construida en 1910 y nombrado en honor al vapor California, que naufragó cerca de allí el 23 de septiembre de 1891.

En Oranjestad, hay sitios de interés como el Parlamento de Aruba, la casa del Gobernador, la estatua de la reina Wihelmina y el Aeropuerto Internacional Reina Beatrix.

Aruba, un territorio autónomo del Reino de los Países Bajos, está ubicada en el mar Caribe a 25 kilómetros de Venezuela, es visitado por 2,6 millones de personas al año y el turismo corresponde al 86 % de su economía. EFE