Gehard Cartay Ramírez: La urgencia de un nuevo gobierno

Gehard Cartay Ramírez: La urgencia de un nuevo gobierno

 

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Venezuela no necesita ahora ninguna Constituyente. Lo que necesita es un nuevo gobierno cuanto antes.

Y necesita un nuevo gobierno cuanto antes, porque el actual régimen no puede resolver ninguno de los gravísimos problemas que creó en estos últimos 18 años. Por eso mismo, está moral y políticamente inhabilitado para seguir en el poder. Hay que sustituirlos y, repito, cuanto antes, mejor.

La lógica indica que lo que no sirve hay que apartarlo. Este régimen no sirve, nunca ha servido, ni serviría luego, si es que se aceptan sus pretensiones de continuar en el poder. Se trata de un hecho que no admite discusión alguna ya: pocas veces antes, Venezuela sufrió un régimen más incapaz, corrupto  y criminal como el chavomadurista.

Esta no es una exageración. Recuérdese que la cúpula chavomadurista ha gobernado casi 20 años, robado y dilapidado más de 900 mil millones de dólares (con menos de esa cantidad fueron reconstruidos Europa y Japón, luego de la Segunda Guerra Mundial), y hoy Venezuela es un país arruinado, sin comida ni medicinas, con inflación e inseguridad como nunca antes y la peor calidad de vida de su gente en mucho tiempo.

Solamente esta desgracia del chavomadurismo constituye un gigantesco crimen de lesa humanidad, que ni siquiera podría tener perdón de Dios, y mucho menos de los venezolanos de hoy y del futuro. Piénsese que, por ejemplo, Europa y Japón, que necesitaron muchísimo menos de 900 mil millones de dólares para su reconstrucción, hoy son potencias mundiales desde todo punto de vista.

En cambio aquí, luego de que el régimen actual derrochó y robó esa cantidad milmillonaria de dólares, estamos más arruinados y pobres que nunca, sin justificación alguna, pues éramos en 1999 un país rico y no existía esta pobreza generalizada de ahora, con excepción de la cúpula podrida que manda, ricos como jamás lo fueron los corruptos de todos los tiempos.

 

¿Habrá que agregar algo más para convencer a alguien de que vivimos una crisis sin precedentes en nuestro país? ¿Habrá que agregar algo más para convencer a alguien de que la tragedia que sufrimos es responsabilidad exclusiva de Chávez y Maduro, de su colosal incapacidad y corrupción, como nunca antes lo registra la historia venezolana?

Por eso hay que insistir, con ocasión o sin ella, que así como en 1999 recibieron un país con los graves problemas de entonces –aunque nunca como los de ahora y que entonces ofrecieron solucionar y no lo hicieron–, también han dilapidado los más altos ingresos por concepto de venta de petróleo, como nunca antes los cobró gobierno anterior alguno y, tal vez, ninguno en el futuro.

Pero, además, los venezolanos no podemos calarnos otra dictadura más. No es posible que, a estas alturas de la humanidad, en la patria de Simón Bolívar nos vuelva a sojuzgar una dictadura.

Eso corresponde al pasado, como lo demuestra la historia, y es un hecho aberrante –y, por tanto, inaceptable– que el chavomadurismo pretenda eternizarse en el poder en contra de la voluntad mayoritaria de los venezolanos, a costa de la represión y la muerte de centenares de jóvenes, mientras condena a nuestro pueblo al hambre, la miseria y a una crisis humanitaria sin precedentes.

Todo ello sucede porque son unos enfermos de poder, corruptos, codiciosos y sin ningún interés en favorecer a los venezolanos. 18 años en el poder lo comprueban y no admiten prueba en contrario. Esa minoría abyecta, podrida y envilecida que, por ahora, manda sólo para beneficiarse ella sóla, no puede seguir en el poder. Por lo tanto, constituye obligación de todo venezolano que le duela el país y piense en sus hijos y nietos hacer todo lo posible para salir de ella.

Por eso, insisto, en Venezuela no necesitamos ahora ninguna Asamblea Constituyente, la nueva trampa del chavomadurismo para continuar mandando. Lo que requerimos con urgencia es un cambio de régimen, a través de elecciones generales y regionales, a fin de poner en ejecución políticas públicas que resuelvan la escasez de comida y medicinas, derroten la crisis de la salud, generen millones de empleos y garanticen nuestra seguridad personal, social y jurídica.

Como ya está demostrado que con esta cúpula nefasta y ladrona no hay salida a la actual crisis, toca ahora a los venezolanos dignos sacar adelante a Venezuela.

@gehardcartay