Resistencia pacifica: ¿come flor o acción política? Por Carlota Salazar Calderón

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¿Cómo combatimos a una cúpula de malandros enquistada en Miraflores con todos los poderes públicos, la hacienda pública, militares, delincuentes y hasta parte de la sociedad?

Con la única arma que tenemos: la razón. ¿Cómo hacemos para hacerla valerla? mediante la Resistencia Pacífica. Se trata de una acción moral y política, que tiene como objetivo el cambio político, social y cultural, sin violencia.





Acción que ha tenido múltiples promotores en el mundo como: León Tolstoi, quien delineó sus ideas de la no violencia en su libro El reino de Dios está con nosotros, siguiendo  San Lucas, lo que para él era el verdadero mensaje del evangelio; Albert Einstein (1879-1955) abanderado del pacifismo como ideología a través de la diplomacia, no violencia activa, desobediencia civil, boicot, objeción de conciencia, negativa acatar órdenes o leyes cuando contraríen la moral colectiva; Martin Luther King (1955) inicia la campaña contra el segregacionismo racial por medio de la ‘no violencia’, llamando a boicots (como el de los autobuses en Montgomery, Estado de Alabama) y otras acciones políticas no violentas (sentadas, ocupaciones de cafeterías segregadas, los viajes de la libertad, etc.), obteniendo resultados concretos en beneficio de la población afroamericana;  Lech Walesa (1980) junto con el sindicato Solidaridad inicia una huelga a la que luego se sumarían todos los sindicatos independientes, que puso fin al régimen comunista en Polonia, premio nobel de la paz en 1983 y Presidente de Polonia 1990-1995; Nelson Mandela (1918-2013) luego de un larga prisión por su reclamo contra el apartheid, una vez Presidente, rechazó la violencia contra los blancos, que los habían asesinado, humillado, maltratado… para consolidar una nación de negros y blancos Afrikáner, lo que es ahora Suráfrica.

Expresiones pacifistas han tenido logos, en Hungría en 1867  los húngaros obtienen su autonomía; en la India y Pakistán en 1940  se inicia la fase final de la gran acción de Gandhi, que pone en jaque a uno de los grandes imperios de la época y consiguen la liberación; en el Salvador en 1944, el dictador Maximiliano Hernández Martínez fue obligado a dimitir; en Portugal en 1974 ejército y pueblo luso se alzaron pacíficamente contra la dictadura de Antonio Salazar en la Revolución de los Claveles; Clotaio Blest, se  encadena a las rejas del ex-Congreso Nacional con un grupo de mujeres de presos políticos como forma de protestar contra la política represiva de la dictadura militar del general Augusto Pinochet… El más emblemático, a mí juicio, fue Otpor (resistencia) movimiento juvenil pro democrático que utilizó la no violencia contra Slobodan Milósevic en Serbia.

La lucha en Venezuela se ha centrado en la no violencia, logrando expone al mundo el talante autoritario con la represión, asesinatos a manifestantes… Hoy, se debe  profundizar, por la pretensión de instaurar una Asamblea Nacional Constituyente en julio y unas elecciones regionales en diciembre 2017, que  al mundo le dice: exigen elecciones hay las tienen. Es necesario exponer cómo ambos procesos están amañados por los poderes públicos, que controla el Presidente.

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@carlotasalazar