En rueda de prensa el alcalde del municipio Iribarren, Alfredo Ramos, informó que los amparos y demandas interpuestos en su contra en los tribunales del estado Lara fueron declinados y enviados a la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en Caracas.
Nota de prensa
“Por ordenes directas de la cúpula de la dictadura, los amparos constitucionales fueron enviadas al TSJ, el juez por el estado Lara declinó”, manifestó el gerente local al calificar como “guillotina” a la sala constitucional del Poder Judicial.
Denunció el plan de la dictadura para la destitución de alcaldes opositores en Venezuela, recordando que es el pueblo soberano quien tiene el poder de decidir si continúa o no en el cargo. “Ningún tribunal puede pasar por encima del voto popular. El pueblo es el único que puede decidir con su voto”, señaló.
Asimismo, rechazó los hechos ocurridos el pasado lunes en la ciudad capital, donde el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski y su equipo fueron agredidos. “El Gobierno utiliza técnicas de guerra para reprimir la manifestación en Caracas. Capriles y su equipo de trabajo fueron emboscados por la Guardia Nacional, quienes no respetaron su condición de gobernador. Condenamos la violencia desatada y la represión brutal”, expresó.
Manifestó que con estas acciones quedó en evidencia la segunda fase del Plan Zamora. “Los mecanismos que utilizan no son normales como las bombas, metras, cabillas y balas. Van 60 días de movilización; la escalada de brutalidad y represión se ha incrementado”, dijo.
Ramos indicó que tanto Barquisimeto y Cabudare han sido reprimidos por colectivos armados integrados por presos comunes. “Hemos visto la actuación de estos grupos violentos desde tempranas horas en las manifestaciones. La tiranía quiere callar la voz de protesta y nuestra posición será siempre mantenernos en las calles hasta lograr la restitución de la vigente Constitución y derecho al voto”, sentenció.
Acotó que la Constituyente será utilizada para colegiar la dictadura. “La Constituyente no generará paz en el país sino que profundizará los problemas políticos, económicos y sociales. Este es un parapeto que generará mayor conflictividad. La violencia seguirá mientras estén los colectivos en las calles. El sentimiento venezolano no quiere nada con Maduro”, puntualizó.