Omar Villalba: Cada vez somos más

Omar Villalba: Cada vez somos más

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Quienes detentan el poder hoy siempre han pensado que son mayoría. Durante años han actuado bajo esta premisa, y no se puede negar que, hasta cierto momento, tuvieron razón.

Al día de hoy, cuando han pasado ya más de 60 días de manifestaciones y abierto conflicto en Venezuela cabría preguntarse ¿Siguen siendo, aquellos que detentan el poder, mayoría? La respuesta es evidente: NO. Y, para ser sinceros, hay que agregar: desde hace mucho tiempo no lo son.





No son la fuerza hegemónica que lleva el timón de este país, desde hace mucho, con claridad se ve con la derrota sufrida el 6DIC2015. Hasta ese momento, fueron la todo poderosa maquinaria capaz de ganar elecciones tras elecciones,  para eso basta con recordar su negativa a realizar el Referéndum Revocatorio —al cual el CNE le puso largas, le inventó decenas de requisitos, mientras que a la ANC le dan el visto bueno en horas— y luego la misma actitud con respecto a las elecciones regionales.

Su minusvalía iría acentuándose con el paso de los meses, a medida que la crisis económica y social se profundice. Y es que los corazones siempre estarán descontentos mientras el estomago este vacío. Otro rasgo, evidente de esta disminución de su “capital humano y político” se hace patente en el aumento significativo de las actitudes unilaterales. Recuerdo, con claridad, el adagio popular que reza: cuando está acorralado un animal malherido, se vuelve más peligroso.

Al día de hoy, es la revolución quien esta lesionada de gravedad. ¿Por qué aseguramos eso? Pues debido a las acciones que ha tomado contra la UNIDAD, pero peor aún, contra el pueblo. Recordemos que todo esto comenzó —me refiero a los más de 60 días de protestas—  cuando el oficialismo, mediante el TSJ, trató de crear un mecanismo para acabar de una buena vez con la Asamblea Nacional, y con aquella acción dieron una suerte de golpe de Estado jurídico.  

Otro claro ejemplo de su desesperación se hace patente en la incapacidad que han demostrado para calmar la calle. Ni promesa de elecciones, llamadas al diálogo, ni amenazas han funcionado, y la represión lo que ha hecho es fortalecer las convicciones de un sector de la sociedad que está harto de tanto abuso y cinismo. Hace rato, que el pueblo perdió el miedo, y el respeto —si alguna vez lo tuvo— al Gobierno.

Si no fuese suficiente, para evidenciar la consternación que embarga a la minoría que Gobierna a este país, lo que ya hemos dicho con antelación, podemos señalar la cacería de bruja que han iniciado contra los alcaldes opositores, que llego cerca de 10 u 11, para que estos detengan las manifestaciones por su cuenta. Esta misma amenaza, y estrategia, se la han aplicado al Gobernador Henrique Capriles.

Luego, para más inri, tenemos la convocatoria a ANC, la cual está siendo condenada por Tirios y Troyanos. Convocatoria, que a su vez, ha hecho recapacitar a varias figuras fuertemente vinculadas al chavismo como la Fiscal de la Republica, o quien fuese Defensora del Pueblo antes que Saab: Gabriela del Mar. En este punto, la gimnasia mental gubernamental es grandísima, porque dudo que todo el mundo, aun gente que sigue diciendo con orgullo que es chavista, te diga que la ANC es mala idea, y sigas adelante. ¡Vamos! que si la mayoría dice que algo apesta, debe ser porque apesta. ¡Caramba! El 99% no puede estar equivocado.

Por último, otro signo inequívoco la desazón revolucionaria, y su pérdida de perspectiva se encuentra en la negativa, por parte del TSJ a reconocer los diferentes ampararos interpuestos contra la ANC, pero sobre todo uno que provino desde cierto sector de la sociedad, el cual solo solicitaba que las estaciones del sistema de transporte subterráneo: Metro, no fuese cerrado durante las marchas opositoras. Algo tan sensible como: no se puede seguir vulnerando el derecho al libre tránsito de todos los venezolanos cuando se convoquen este tipo de marchas.

Como pueden ver, quienes me han seguido hasta esta parte del escrito, son muchas las acciones que evidencian la congoja gubernamental. Acciones que no harían falta si ellos de verdad contaran con la mayoría. Por eso, en conclusión —al menos en lo referente a este punto— el gobierno es una minoría acorralada con un gran temor a perder el poder. Este miedo, es consecuencia de tener una conciencia sucia.  Saben que han sido verdugos, y por ello no pueden morir a pellizcos.

Ahora bien, dicho esto, falta ver el otro lado de la moneda. La  UNIDAD, que siempre ha sido considerada menos; a la cual se le puso el apodo de escuálidos por no ser un ente solido, ha ido creciendo estos años. Ahora, a medida que nuestro animal herido arremete con más miedo, y nos permite ver como sangra, nosotros crecemos en fortaleza.

Las arbitrariedades que comenten lejos de disuadirnos nos han fortalecido, y por eso cada vez somos más. Sé, que muchos de los que se han anexado al movimiento tal vez responden a la coyuntura —ya sea por la pérdida de su calidad de vida o porque no están de acuerdo con NADA de lo que hace el actual gobierno— pero por ello no se puede desestimar el crecimiento.

Por eso, tomando en cuenta este momento, no me queda más que exhortarlos a seguir participando. A no rendirse y cejar en sus empeños, a no echar por tierras la convicciones, ni los principios. Estamos en una circunstancias complicadas, la lucha se agudizará y cada vez serán mayores los sacrificio; pero cuando eso ocurra tendremos la certeza de encontrarnos en el umbral del cambio.

Cada vez somos más señores, y cada vez ellos son menos… y con ello, cada vez estamos más cerca de conseguir una nueva Venezuela, la del buen gobierno.