Alexei Guerra Sotillo: ¿Qué puede pasar?

Alexei Guerra Sotillo: ¿Qué puede pasar?

Alexei Guerra Sotillo  @alexeiguerra
Alexei Guerra Sotillo @alexeiguerra

 

La pregunta cuelga de cada saludo, y se atraviesa en la mitad de cualquier conversación, de las miles que navegan en las aguas convulsas de la coyuntura venezolana.

A casi tres meses de protestas de calle y manifestaciones contra el gobierno de Nicolás Maduro, el balance de muertes producto de la represión y la actuación de grupos armados paramilitares y colectivos, identificados y auspiciados por el régimen, sigue dolorosamente en aumento.





La farsa constituyente, que un gobierno convertido en abierto ejercicio dictatorial al pretender negar su consulta popular, eliminar el voto universal, directo y secreto y borrar cualquier expresión de la sociedad civil abierta, diversa y sobre todo crítica y disidente, es hoy la clara excusa de Nicolás Maduro para ganar tiempo, en su delirante carrera por aferrarse al poder y ponerse de espaldas al país.

El resquebrajamiento o agrietamiento de las bases de sustentación institucional (¿militar?) a lo interno de los grupos y facciones del chavismo, del cual es innegable expresión la reciente actuación de la Fiscal Luisa Ortega Díaz, se acompañan a lo externo de la creciente aceleración de la pérdida de apoyo popular del gobierno, por parte de una población con hambre, sin poder adquisitivo y golpeada por la propia devastación económica adelantada por la “revolución”.

La actuación represiva de los cuerpos de seguridad del Estado, hoy convertidos en brazos ejecutores de violencia selectiva y persecución de la dictadura contra la sociedad que protesta y rechaza su inconstitucional modelo de dominación y control hegemónico, raya en lo criminal y delictivo, granjeándose el repudio y rechazo de crecientes sectores dentro y fuera del país.

¿Qué puede pasar, en los días por venir? De aquí en adelante, y hasta finales de Julio, horizonte temporal previsto por un “ágil” CNE para la realización de su circo “constituyente” con barniz electoral, es previsible un aumento del conflicto a lo interno entre la élite militar en el poder, los grupos de apoyo (o complicidad) que le dan sustentación y controlan el saqueo y robo organizado del Tesoro Público, los grupos y sectores que defienden la Constitución vigente, impulsada por Chávez, y que rechazan la Constituyente madurista-cabellista, y a lo externo con la oposición, no sólo la nucleada en la MUD, sino aquella que crece y se articula hacia otros sectores del país, incluyendo a quienes en el pasado acompañaron al oficialismo. El deterioro económico en aumento y la hiperinflación desatada, más que el aumento de la presión internacional, son catalizadores de un malestar social, hoy a duras penas contenido.

El gobierno de Maduro es hoy una evidente minoría que aún controla el poder, a costa de la violencia de Estado que de múltiples maneras administra y ejerce día a día, sin importar el costo que ello implica. ¿Podrá Maduro imponer al resto del país su inconstitucional farsa constituyente, como rostro visible de una minoría deslegitimada política, social y moralmente,  para garantizar su perpetuidad en el poder?

Hoy les toca a los venezolanos que desean un cambio y quieren vivir en libertad y democracia, responderse esa pregunta.

@alexeiguerra