Domingo Alberto Rangel: Con o sin constituyente, la lucha a muerte por el poder continúa…

Domingo Alberto Rangel: Con o sin constituyente, la lucha a muerte por el poder continúa…

Domingo Alberto Rangel  @DomingoAlbertoR
Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

 

Debo contradecir al presidente Maduro en su optimista declaración de haber derrotado al golpismo que según el jefe del Ejecutivo habría comenzado en abril. En realidad a pesar de coincidir con la apreciación general de que 70 días de barricadas, marchas, represión y violencia política sin propuestas concretas, no han debilitado al gobierno… igual recuerdo que los mandatarios bolivarianos nunca lograron estabilizarse, no lo pudo hacer Hugo y tampoco el sucesor.

El chavismo jaquetón y pendenciero jamás ha tenido un día libre de adversarios que planean desplazarlos del poder por medios no contemplados en la Constitución. ¡Qué se lo hayan buscado, que se lo merezcan, que el remedio pudiese ser peor que la enfermedad, son otros cantares!





Sin embargo, no son únicos los bolivarianos entre quienes han sufrido de este mal: A ese respecto señalo que aún cuando es válido tener en cuenta aquello del “mal de muchos”… solo por honradez vale la pena tomar en cuenta que en Venezuela e incluso antes, en la Gran Colombia, hemos permitido los ciudadanos que se perciba como algo “normal” el que cada cierto tiempo se develen intentos violentos para sacar del poder al Presidente y el mismo Libertador casi perece en el atentado del 25 de septiembre de 1825.

Una de nuestras grandes tragedias nacionales es el gran irrespeto que le tenemos los venezolanos a las instituciones… comenzando por la Primera Magistratura. Irrespeto que nos lleva a considerar un golpe de estado, por encima de muertes y daños a propiedades, casi como jugar un número a la lotería. Ese problema lo han sufrido todos los gobiernos venezolanos: Desde los férreamente dictatoriales como el del general Juan Vicente Gómez… hasta uno demócrata y cansado como el segundo de Carlos Andrés Pérez que una madrugada se vio sorprendido con la aparición en la historia de un teniente coronel, ambicioso llamado Hugo Chávez.

Pero escribía sobre los gobiernos chavistas como el de Nicolás Maduro que desde su juramentación siempre ha sido objeto de hostigamientos e intentonas golpistas de todos tipos y combinaciones. Unas por temor a que el gobierno evolucione al comunismo… otras como respuesta a la mayor degradación de la vida cotidiana que jamás se vio en nuestro país… y algunas porque el chavismo hizo inmensamente ricos, de la noche a la mañana, a gente que moralmente no lo merecía y al ser rechazados por el gobierno que les permitió llegar a la categoría de “magnates”… habiendo sido socios de los dirigentes bolivarianos… concluyen por lógica que cualquiera los puede sustituir y dedican parte de sus fortunas, en dólares, a financiar políticos tapa amarilla de la oposición y del llamado “chavismo disidente”.

¡No me siento a jugar en esa mesa!

Pero según evidencian los hechos el golpismo no ha sido derrotado y agarrado a cualquier palo –como Donald Trump que releva a la Fiscal en la mente de los desesperados- acecha y la ocasión es propicia para fijar posición en un país donde el doble lenguaje y la traición cunden: A menos de un año para las elecciones presidenciales y con el gobierno de Nicolás Maduro llegando a duras penas a dos dígitos de apoyo popular era de esperar lo que no vendrá… una declaración esperanzadora por parte de la Mud que si bien ya no representa a la oposición… es en cambio la única referencia orgánica que nos queda una vez aplastada la A. N. y con las barricadas en retirada después de muchos muertos, represión, violencia política y de quemar vivo un pasante.

La verdad es que más allá de la Mud, barricadas y Bolichicos el gobierno socialista merece una oposición dispuesta no solo a ganar sino a quedarse mucho tiempo en el poder, transformado un país improductivo en una patria de la cual no tengan que huir los mejores… y esa oposición por fuerza tiene que declararse pro capitalista para actuar en consecuencia.

Ya que se perdió la oportunidad de ganar la mayoría de los constituyentes territoriales, por la cobardía de la Mud, quedan a corto plazo las elecciones de gobernadores donde hay una oportunidad de candidatear gente distinta a lo que ofrecen las burocracias de los partidos, incapaces de hacer nada distinto a lo que hace el PSUV, salvo por la verborrea roja.

Nuestra sociedad no tiene que conformarse con la mediocridad, la demagogia y la palabrería, como si fuese una maldición ineludible, ya que para el 2018 cabe, aparte de Maduro o de Diosdado, de Henry o de Julio… una opción pro capitalista, popular, que sea capaz de ganar y comenzar un ciclo de crecimiento que aleje por momentos la mabita de los golpes de estado tan gratos a la boliburguesía y a los militares que les aceptan sus regalos envenenados.

¿Nos atrevemos?