José Aguilar Lusinchi: Por encima de todo

José Aguilar Lusinchi: Por encima de todo

José Aguilar Lusinchi @jaguilalusinchi
José Aguilar Lusinchi @jaguilalusinchi

 

Dos factores políticos con grandes diferencias ideológicas, económicas y políticas. Uno de ellos incluso, había sido hasta hace poco un aliado muy cercano al mal. Al verdadero mal. Cinco millones de rusos muertos fue el resultado de la primera avanzada alemana. Un hombre entendió que era el momento oportuno para una gran alianza por encima de todo. Este hombre era Winston Churchill y no vaciló para pactar con Stalin con el propósito de enfrentar y derrotar a Hitler.
Churchill entendió que la guerra contra Alemania no tenía su fundamento sólo en diferencias ideológicas, económicas o políticas. No eran diferencias que pudiesen ser conversadas. Él sabía que se enfrentaba al terror, la aniquilación y al fanatismo. Una situación peculiar y no muy distante a la venezolana. Nuestras diferencias con este nuevo modelo dictatorial tampoco son sólo ideológicas, económicas o políticas. También se ha demostrado que tampoco pueden ser conversadas. En el fondo de nuestros corazones también sabemos a qué nos enfrentamos.
En Venezuela nos enfrentamos a una banda criminal muy bien organizada y estructurada con vínculos con el narcotráfico y el terrorismo, la cual se ha adueñado del Estado Venezolano, y que, además, se financia también de nuestras riquezas, tal y como lo han afirmado distintas agencias internacionales y fuese ratificado por el investigador norteamericano Evans Ellis. Si, supongo que usted también se ha documentado y sabe que es muy parecido al método usado por el Estado Islámico en países como Siria e Iraq. Que nadie sucumba ante el terror.
Trataré de ser extremadamente asertivo con el diagnostico. Durante años y especialmente en los últimos ochenta y cinco días, los venezolanos hemos hecho todo lo que hay que hacer para deponer un gobierno, pero lo que hay que entender es que éste no es un gobierno. Estamos viviendo una situación de secuestro donde somos rehenes del crimen organizado. Una situación tan peculiar, que merece el cotejo con Hitler y la audacia de Churchill para salir de ella.
Lo que vive Venezuela no ha sido experimentado por ningún país en el mundo. El manual de lucha social no se encuentra actualizado para este escenario. La diplomacia internacional no cuenta con herramientas eficaces para la solución del problema. Estamos en una situación donde los rehenes no cuentan con ninguna herramienta ordinaria que les sea útil. En consecuencia, no debemos ser mejores rehenes, sino rehenes diferentes. Una tipología de rehenes muy poco común. Unos rehenes inteligentes, capaces de entender que debemos salir de esto por encima de todo.
Así como ocurrió con Stalin, la Fiscal General de la República abandonó a su antiguo aliado. Dejó de ser parte del terror, sin dejar por su puesto sus principios comunistas. Pero qué más da. Al igual que los ingleses, nos encontramos arrinconados ante un enemigo distinto al comunismo. No es el legado de Marx y Engels los que mantienen nuestro secuestro. Es la droga, el terrorismo y el saqueo de nuestras riquezas. No hay salidas fáciles.
La Dra. Luisa Ortega Díaz ha demostrado ser uno de los mejores operadores políticos del país. En sus primeras comunicaciones a la prensa, demostró que medía muy bien sus fuerzas dentro del ministerio público y en el CICPC. Luego demostró capacidad para influir en la bancada oficialista de la AN, en lo interno del TSJ y en el partido de gobierno. Como todo político de primera, ya armó su tablero de ajedrez y empezó a mover sus fichas. Ya ha demostrado que ella es sin lugar a dudas, nuestro Stalin.
Asumo toda la responsabilidad de mis letras cuando les advierto que debemos aliarnos con los comunistas, y, además, con todo aquello que no sea parte del terror. Si queremos evitar la masacre de nuestro pueblo, tenemos que tender conversaciones y puentes de entendimiento con nuestros viejos adversarios ideológicos, económicos y políticos. Tal propuesta no escapa de entendimientos con China, Rusia y la mismísima Cuba, bajo el ojo protector de los Estados Unidos e incluso el Vaticano. Estamos destinados a salir de esto y evitar una gran masacre por encima de todo.
Esta analogía utilizada debe abarcar hasta los problemas más pírricos de nuestro entendimiento cotidiano. Cada vez que usted vea a un político opositor actuar bajo la megalomanía, la candidaturitis, o alguna otra enfermedad patológica guardada en su mente, le ruego por todo aquello que usted ama, que lo perdone por imprudente y trabajen juntos por el país. Recuerde que necesitamos recuperar a Venezuela por encima de todo.
Si mis letras sirven para encaminar mi deber en esta lucha por la libertad, las entrego todas. El autor.

José Aguilar Lusinchi
Joven Político Venezolano
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