Lidis Méndez: FAN: De garantes de la democracia a asesinos en masa

Lidis Méndez: FAN: De garantes de la democracia a asesinos en masa

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 En el 196 Aniversario de la Batalla de Carabobo y la “celebración” del Día del Ejército Venezolano (una vez más a puerta cerrada en el Patio de la Academia Militar), es notoria la mutación que ha sufrido la institución castrense en Venezuela desde los dos fracasados golpes de Estado de 1992. Estos alzamientos fallidos vislumbran en la sociedad el imaginario de las Fuerzas Armadas como garantes de la democracia, por lo menos hasta finales de la década de los noventa.

Desde entonces, las “celebraciones” patrias en nuestro país son cada vez más penosas y vergonzosas, quizás por la mezcolanza de extranjeros y civiles que colonizaron en nombre del socialismo el estamento militar. Dos décadas atrás el venezolano común sentía orgullo y confianza en las Fuerzas Armadas en un grado moderado. Sin ir muy lejos, por ejemplo, en 2008 el 54,5% de los venezolanos declaraba confiar en las Fuerzas Armadas (LAPOP, 2009).

Aunque el artículo 328 de la Constitución de 1999 señala que “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico”, los sublevados del 92 desenvainaron el sable socialista para deshonrar y desfigurar la lealtad de la institucionalidad castrense a la República de Venezuela, propiciando la intervención del régimen cubano.

Tradicionalmente en Valencia  se celebra un gran desfile por la Batalla de la Independencia y el Día del Ejército en memoria de los libertadores y a su vez demostrar el poderío militar y la cohesión de las Fuerzas Armadas. En 40 años de historia democrática la celebración se suspendió solo una vez (en 1983 a causa del viernes negro); en 18 años de socialismo el desfile en Campo Carabobo se ha suspendido 11 veces, lo cual  hace cuestionar el entendimiento, movilización, cohesión y comando de las REDI en conjunto.   

El desfile en Campo Carabobo fue suspendido en los años: 2000, 2001, 2002, 2005, 2007, 2010, 2011, 2012, 2015, 2016, 2017. Causas: desconocidas, celebración de Cumbre de la CAN, renuncia de Chávez, amenaza de magnicidio, amenaza de sublevación. En los 7 desfiles que se hicieron, el parte militar fue pintoresco, pasando de 5.861 efectivos (activos) en 1999 a 20.200 (activos más reservistas) en 2003; 30.000 en 2006; en 2008 12.500 soldados del pueblo, socialistas, revolucionarios, y anti imperialistas. Según GlobalFirePower.com Venezuela ocupa en 2017 el puesto número 41 de los países con fuerza militar, y el puesto 7 en América Latina.

Desvalorizado el discurso democrático y pacifista, se impuso el discurso socialista donde “la patria para todos los chavistas” primero  y la “patria militar madurista” después,  justifica la violación de los derechos humanos en el país. Con la fuerza compulsiva castrense se monopoliza la falsa distribución de la riqueza y la aplicación de la justicia social a través de la discriminación política.

En apenas 18 años, el imperativo moral del régimen cebó la conciencia de la cúpula militar con negocios estatales (legales e ilegales), el monopolio de alimentos, la recaudación de impuestos, el control de las divisas, la concesión de empresas mixtas e intervención en toda la estructura del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y el Sistema Financiero.

Es así como las Fuerzas Armadas Nacionales pasan de ser garantes de la democracia a ser asesinos en masa, el poder desmedido les hace creer que la vida no vale nada; el acaparamiento de la riqueza les supone la adquisición de un poder indefinido y la brutalidad ejercida sobre el ciudadano que clama comida y libertad es aceptable en apoyo al establecimiento de la ANC que garantiza la supervivencia de la “patria militar”.

 

Lidis Méndez

Secretaria de Organización

Unidad Visión Venezuela Mérida

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Twitter: @lidis1401