Natalio Valery Ávila: ¡No a la Asamblea Nacional Constituyente, por ilegitima!

Natalio Valery Ávila: ¡No a la Asamblea Nacional Constituyente, por ilegitima!

El pueblo venezolano tiene una experiencia democrática por más de 55 años, lo cual le dificulta a este régimen dictatorial y a su partido, imponer el modelo fracasado del Castro
Comunismo.

Para destruir la cultura demócrata de nuestro pueblo, la dictadura maquinó la necesidad de dividirlo entre buenos y malos, y para ello fue necesario asegurarse del control ciudadano a través de las áreas más sensibles a este, como las relacionadas a la alimentación y las medicinas, lo cual lo hacía totalmente dependiente del gobierno. Otra variable que debió controlar fue la seguridad ciudadana, a objeto de atemorizar y aumentar la inseguridad personal. Esto último, con el fin de evitar o impedir, al mismo tiempo, que se organicen y convoquen actos masivos de protesta, y por ultimo cambiar la estructura del estado de manera progresiva.

Crear el caos económico fue otra condición importante, a fin de producir escases en las áreas más sensibles de la población y achacárselo a los sectores privados productivos de la economía, como el manufacturero y el agrícola; así como también el control y centralización de los servicios públicos y de los medios de comunicación, para limitar la libertad de expresión.

Al gobierno le importo un bledo, destruir su propio aparato productivo, el que le proporcionaba una renta distinta a la petrolera; creyeron que la renta petrolera sería suficiente para desarrollar otras áreas, sin contar con la participación del sector privado, y así continuar controlando al pueblo, a traves de la construcción de viviendas, sin asignarles la propiedad de la misma.

El gobierno cayó en su propio caos, y para salir de él y ha tratado de planificar la reactivación de la economía. Fueron los quince (15) motores que nunca pudieron arrancarla. Estos motores están como las unidades de la Hidroeléctrica de Tocoma.

Otra vía utilizada, fue intentar cambiarle al pueblo su manera de actuar y pensar, sobre todo en los sectores de menos recursos y entre estos al juvenil, quienes no vivieron ni conocieron el modelo democrático, por ser para aquel entonces, solo niños. A estos los han venido entrenando y adoctrinando para defender lo indefendible como es el modelo Castro Comunista.

La verdadera guerra económica la crea el mismo gobierno, cuando estrangula al sector privado productivo, expropiándolo y negándole los recursos económicos para la compra de los insumos necesarios y requeridos para la producción de bienes y servicios.

El gobierno ha fracasado en todas sus políticas económicas, sociales y culturales, razón por la cual no goza de la popularidad del pueblo. Son descomunales las violaciones a los derechos humanos, el mal manejo de los recursos públicos por un pequeño grupo que se ha enriquecido, a pesar que el “comandante supremo” dijo, que ser rico es malo.

Debido a la galopante corrupción que reina en todos los sectores gubernamentales y el descontrol total de todos los frentes de gestión del País, decidió en conspiración con otros poderes públicos gubernamentales, aplazar todos los procesos electorales que le ocasionen la pérdida del poder, por el temor a la aplicación de las leyes y sus sanciones.

El gobierno en su afán de mantenerse en el poder a como dé lugar, convoca ilegalmente a una Asamblea Nacional Constituyente, que según ellos, resolverá todos los problemas del país, creados por el propio gobierno, a través del modelo Socialista del Siglo XXI con la asesoría del Castro Comunismo y que en 18 años no han podido resolver, sino todo lo contrario, agravarlos.

¡No a la Asamblea Nacional Constituyente!, escampara y veremos.

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