Nueva clase social: Los precarios, por Omar Ávila

Nueva clase social: Los precarios, por Omar Ávila

 

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Luego de 18 años de revolución, los venezolanos somos víctimas de un acelerado proceso de degradación de nuestras condiciones de vida, -alimentación, salud, vivienda y servicios públicos, empleos e ingresos insuficientes, escasez generalizada y una inflación que va a “paso de vencedores”, al punto que su proyección para este año 2017 es 10 veces mayor a la de todos los países de Latinoamérica.

A pesar de su discurso socialista de favorecer una supuesta “lucha de clases” entre trabajadores y burgueses, su ineptitud, su corrupción e irresponsabilidad, han generado una nueva clase social: “Los precarios”; que incluye a asalariados, a las clase media y burgueses, en una desesperante situación de precariedad e incertidumbre.

Precariedad que impide la realización de proyectos de vida personales, lo que ha llevado a miles de familias, cientos de miles de jóvenes venezolanos a emigrar a otros países, huyendo de la pesadilla que hoy sufrimos los venezolanos, en una única clase social mayoritaria, distinta a los enchufados gubernamentales: Los Precarios.

Hoy vemos como paulatinamente la mayoría de los sectores populares se rebelan e intentan recuperar su protagonismo existencial, en forma pacífica y haciendo uso de sus derechos y garantías constitucionales, después de permanecer demasiado tiempo inmovilizados por esa precariedad, generada por la irresponsabilidad gubernamental, de mantenerlos en una situación de dependencia, vulnerabilidad y fragilidad en la obtención de ingresos y bienes necesarios para un proyecto de vida completo.

Ante esto, el régimen responde con La Chimba, una propuesta de Constituyente, con la más brutal de las represiones, asesinatos de jóvenes y encarcelaciones en masa, impidiéndonos desarrollar nuestra libertad y autonomía personal, cercenándonos el ejercicio libre de derechos ciudadanos y políticos plenos.

Las crisis no se resuelven creando o modificando normas jurídicas, sino fomentando planes, programas y proyectos con viabilidad.

La Chimba, como hemos denominado a la Asamblea Nacional Constituyente desde Unidad Visión Venezuela, es: más hambre, miseria, es más precariedad económica, política, social y cultural.

Por ello, insistimos que en la alternativa democrática debemos hablarle a nuestro pueblo con la verdad y sobre todo con responsabilidad. En esa crisis de liderazgo que existe, hemos podido ver como algunos voceros de la oposición han venido igualmente haciendo ofertas irreales, engañosas, en fin, creando falsas expectativas, como la de dolarizar los salarios, cuando aun no siendo expertos en la ciencia económica, sabemos que una medida como esa significaría la estocada final a nuestro agonizante aparato económico, y que traería como consecuencia el aumento inevitable en esa nueva clase social: Los Precarios.

En una Venezuela en la que ya no se vive, sino que se sobrevive, en la que desde la llegada de Nicolás a Miraflores en el año 2013 la Canasta Alimentaria pasó de 10 mil bolívares, a un millón, para lo que hoy en día necesitamos 47.545,44 bolívares diarios solo para cubrir los gastos básicos, en la que en el último mes la Canasta Básicaaumentó 212.343,18, es decir, más de lo que gana de salario integral el 80% de los venezolanos, en la que solo los alimentos aumentaron 123.146,87 bolívares.

 Con estos simples números quiero demostrar que hace apenas 4 años un empleado u obrero que ganara salario mínimo podía comer, pese a la desaparición de ciertos productos; hoy en día el sueldo, versus la Canasta Básica demuestra por si sola la precariedad actual que estamos viviendo la mayoría de los venezolanos.

Por todas estas razones, y otras más, es que no podemos permitir que La Chimba de Nicolás se lleve a cabo.

Dip. Omar Ávila

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@omaravila2010