Me acosté con el sinsabor de lo ocurrido a Julio Borges. Hoy tengo las cosas claras al contrastar visiones y meditar. Qué sabroso es ser macho desde las redes sociales y denigrar del actor real que se la jugó, somos dados a juzgar mal al prójimo, nos encanta ver la paja en el ojo ajeno.
Por Julio César Arreaza
La escena de JB es reveladora de la aciaga realidad, un doctor, representante del pueblo, de la soberanía popular, frente a un tipejo más bruto que Pedro Carujo, Bladimir Lugo, con b de burro, así se escribe. Yo no crítico a JB, quien ha cogido más golpes que muchos vociferantes de tribuna defendiendo la democracia. ¿O no?
El chafarote bruto, además es cobarde, lo empujó después que le diera la espalda.
La escena ha dado la vuelta al mundo. Bladimir, con b de bruto, y de valentía cero, le dice al hombre de leyes, un doctor Vargas de estos tiempos, que de paso representa la soberanía popular, que él hace lo que le venga en gana. Borges brindó una lección de civilidad ante la abominable dictadura militarista totalitaria. Pinta al régimen forajido de cuerpo entero.
El pobre coronel subestandar, un sub hombre, opera en el mundo al revés de un gobierno de malandros, y gana puntos expresando su irrespeto al poder legislativo. El bueno para nada no tiene otra opción.
Quien escribe se maneja en la vida bajo la premisa “hombre vejado, hombre muerto” y en las vicisitudes difíciles me ha tocado irme a las manos.
Julio Borges actúo bien, no es un cobarde. Dirige uno de los partidos más organizados y se lo dice un ADECO de nación, un adeco con mayúsculas.
Ese empujón lo sintió toda Venezuela y nos da más coraje que nunca para enfrentar al totalitarismo narco corrupto depredador. La escena proyecta el enfrentamiento histórico entre Civilización y Barbarie que, por cierto, insigne presidente Rómulo Gallegos, todavía no ha terminado.
Repudiamos a los GN y PNB salvajes que enlodan a toda la FA como represores brutales.
Jajajaja!!!!, recuerdan cuando el difunto galáctico se llenaba la jeta diciendo que jamás la FA actuaria contra el pueblo. Y hoy lo hace contra la corajuda juventud; vemos una robolución sin estudiantes, trabajadores y sin pueblo, animalizada y cometiendo abominaciones bajo las órdenes del G2. A ese enemigo Castro Ruz hay que vencerlo porque somos un país soberano.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!