“La Consulta Popular….¡Llegó para quedarse!”, por Carlota Salazar Calderón

Carlota Salazar Calderón  @carlotasalazar
Carlota Salazar Calderón @carlotasalazar

La Asamblea Nacional, después de recibir el impacto de la brutal agresión a sus Diputados, aprueba celebrar una consulta pública a la sociedad venezolana.

Convencidos que el estado de anarquía en la que nos sumió quienes gobiernan: delincuencia desbordada, desabastecimiento de los productos de primera necesidad, aniquilación del aparato productivo, protestas pacíficas y violentas…nos conducirá a un proceso de anomia colectiva, debido a la incapacidad del Estado para establecer el orden, decidió diseñar una hoja de ruta que reestablezca la democracia y el orden.

El día 16 de julio, domingo próximo, la sociedad venezolana, se expresará: si o no, acerca de:





  1. ¿Rechaza y desconoce la realización de una Constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo venezolano?
  2. ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
  3. ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los poderes públicos de acuerdo a lo establecido a la Constitución, y a la realización de elecciones libres y transparentes así como la conformación de un gobierno de unión nacional para restituir el orden constitucional?

En efecto, la soberanía reside en el pueblo (art. 5 CRBV), en su ejercicio una de las herramientas de participación política es la consulta popular (art. 70 CRBV), cuya organización le compete a la Asamblea Nacional (at. 187.4 CRBV). Más claro imposible.

Más allá de ello, la Constitución Nacional contiene mecanismos de repulsa contra quienes la agreden, alteren o vulneren, como sucedió con Tribunal Supremo de Justicia que avaló el decreto de emergencia del Ejecutivo que le da todos los poderes de todos los poderes públicos al Presidente de la República, desde legislar hasta aprobar contratos públicos, sin autorización de nadie, y además aprobar el presupuesto de la nación, con lo cual vacía, como dice Brewer Carías, de competencias a la Asamblea Nacional (Art. 333CRBV). Además, desconocer al régimen que contraríe los valores y principios de la democracia venezolana (350 CRBV). En efecto, cundo se suspende el referéndum revocatorio, elección a gobernadores y se llama a una ANC sin consulta, se están contrariando nuestros valores de elegir, alternabilidad y pluralidad.

Entonces, la Asamblea Nacional decidió que, una vez oída la opinión de los venezolanos, se procederá a la renovación de los poderes públicos, un gobierno de unidad nacional: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Moral y Electoral, para restituir el orden constitucional y llamar a elecciones libres y transparentes.

Esta consulta popular es una respuesta política que brinda, no sólo, la oportunidad de expresarnos, dejar el conformismo de que no podemos, y acudir masivamente a votar, sino también, la de soñar con los cambios que necesitamos como sociedad. Pero, lo más importante es que la consulta popular llegó para quedarse, independientemente de lo que pase el domingo, de ahora en delante ningún gobernante osará hacer lo que le dé la gana.

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