De dónde surgió y qué hace Smartmatic

Picture of the logo of Smartmatic, the firm that supplies Venezuela's voting technology, seen on a sliding door at the headquarters of the company in Caracas, on August 2, 2017. Smartmatic said official figures in Sunday's election of the new super-assembly, with candidates selected from the ruling party, were "tampered with" in such a way that the turnout appeared greater than it was. Venezuela's President Nicolas Maduro moved quickly Wednesday to swear in a new assembly with extraordinary powers as he faced charges that turnout figures for the body's election were "manipulated." / AFP PHOTO / Ronaldo SCHEMIDT
La oficina de Smartmatic en Venezuela / AFP PHOTO / Ronaldo SCHEMIDT

 

Como una de las principales empresas de votación electrónica del mundo -“la líder indiscutible”, según su propia valoración- Smartmatic no es ajena a la controversia, publica BBC Mundo.

Por Arturo Wallace/BBC Mundo





Este miércoles los responsables de la compañía dijeron que “en las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (en Venezuela) hubo manipulación del dato de participación”.

Según los responsables de la empresa a cargo del sistema de voto electrónico empleado en la polémica elección impulsada por el gobierno de Nicolás Maduro, “la diferencia entre la cantidad (de votos)anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores”.

En una conferencia de prensa celebrada en Londres, el director ejecutivo de la compañía, Antonio Mugica, aclaró que por el momento no podían precisar el número exacto.

Tras esta declaración, ante la pregunta de BBC Mundo de si había discutido sus hallazgos con las autoridades venezolanas y, de ser así, cuál había sido la respuesta de estas, Mugica guardó un largo silencio.

No sentimos que alertar a las autoridades del CNE (Consejo Nacional Electoral) antes de hacer esta declaración fuera lo correcto”, contestó al final el ejecutivo.

Más adelante dijo: “Pensamos que a las autoridades (de Venezuela) no les iba a gustar lo que teníamos para decir”.

No hay duda de que Mugica y Smartmatic están en buena posición para anticipar la reacción del gobierno venezolano y sus autoridades electorales, después de 13 años de estrecha relación con ellos.
Por su parte, desde Caracas, la presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Tibisay Lucena, rechazó las acusaciones de la compañía.

Lucena calificó las denuncias como un “opinión sin precedente por parte de una empresa cuyo único rol es el de proveer ciertos servicios y soporte técnico no determinante en sus resultados”.

Raíces venezolanas

Efectivamente, según una hoja informativa entregada al inicio de la conferencia de prensa, “entre 2004 y 2015, Smartmatic organizó 14 elecciones (…) y procesado más de 377 millones de votos en Venezuela”, además de la polémica elección de la Constituyente del domingo.

Y en ese documento también se explica que la empresa fue fundada en el año 2000 en Estados Unidos.
Pero sus raíces están firmemente ancladas en el país sudamericano.

Smartmatic tiene una de sus oficinas en Caracas, pero desde 2012 su sede central está en Londres.
Para empezar, tanto Mugica como el cofundador y actual presidente de la empresa, Róger Piñate, son venezolanos.

Su primera elección fue el referendo presidencial de 2004 en el que un 58% de venezolanos le dijo “No” a la propuesta de la oposición de revocar el mandato del entonces presidente Hugo Chávez.

Y en 2006, como resultado de la entrada de Smartmatic en el mercado estadounidense, el congreso de EE.UU. se vio obligado a investigar los supuestos vínculos entre la empresa y el gobierno venezolano.

En un artículo de The New York Times de la época se menciona un préstamo gubernamental de US$200.000, garantizado con un 28% de las acciones de una empresa vinculada a Smartmatic, como una de las primeras causas de sospecha.

Dicho préstamo, realizado siete meses antes de la obtención del contrato para el referendo revocatorio, fue luego justificado como parte de esfuerzos más amplio por ayudar a las pequeñas empresas y pagado antes del referendo.

Pero según The New York Times, los tres primeros contratos de Smartmatic con Venezuela también le garantizaron la nada despreciable cifra de US$120 millones.

Y eso alimentó aún más las sospechas de Washington.

La sombra de Chávez
“(Smartmatic) pasó de ser una pequeña startup tecnológica a un importante actor en el mercado catapultado por su participación en el referendo revocatorio de agosto de 2004”, se lee, por ejemplo, en un cable de la embajada de EE.UU. en Caracas fechado en julio de 2006 y filtrado por WikiLeaks.

Y ahí también se afirma que, aunque la empresa afirma tener origen estadounidense, “sus verdaderos dueños -probablemente miembros de la élite venezolana de diferentes afiliaciones políticas- permanecen ocultos detrás de una red de holdings en Holanda y Barbados”.

El gobierno asegura que 41,53% de los venezolanos habilitados para votar ejercieron su derecho.
Por lo demás, las relaciones de la empresa con personajes cercanos al entonces rector del Consejo Nacional Electoral (CNE) y futuro vicepresidente de Chávez, Jorge Rodríguez, tampoco ayudaron a disipar las dudas.

Y aunque las autoridades de Caracas siempre negaron enfáticamente cualquier participación en la empresa, y los rumores sobre una supuesta participación accionaria de Chávez jamás fueron probados, las dudas sobre esos vínculos nunca han dejado de perseguir a la empresa.

Ello, en cierta forma, sólo hace que sus revelaciones de este miércoles sean todavía más inesperadas y explosivas.

En crecimiento

En cualquier caso, nada de lo anterior consiguió evitar que en los últimos años la empresa no hiciera más que crecer e internacionalizarse, alejándose cada vez más de sus polémicos orígenes venezolanos.
Sus cuarteles generales se mudaron a Londres en 2012 y en la actualidad Smartmatic cuenta con 600 empleados en 16 oficinas alrededor del mundo.

Su historial da cuenta de su participación en diferentes tipos de proyectos en México, Colombia, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, Brasil, Haití, Curazao, Filipinas, Omán, Uganda, Zambia, Sierra Leona, Kirguistán, Reino Unido, Estonia y Armenia.

No todos esos proyectos están vinculados a procesos electorales, pero esa es la indiscutible fortaleza de Startmatic.

De hecho, la empresa presume de haber ayudado a cientos de millones de electores a emitir más de 3.700 millones de votos en elecciones por todo el mundo.

Entre su portafolio de servicios figuran sistemas biométricos de registro y autentificación de votantes, identificaciones electorales, software y servicios electorales, computación y transmisión de resultados, administración de jornadas electorales y voto online.

No todo ha sido perfecto: varios de los comicios en los que ha participado -como las elecciones presidenciales de Filipinas de 2010 y 2016- han estado marcados por críticas a la seguridad de los sistemas de Smartmatic e incluso por acusaciones de fraude.

Pero esta, sin embargo, es la primera vez que la empresa entra en conflicto no con los candidatos perdedores sino con las autoridades electorales del país en el que estaba operando.

¿Pero en qué se basa Smartmatic para hacer su explosiva acusación?

¿Cómo funciona el sistema?

En los años que lleva trabajando en Venezuela, Smartmatic ha desplegado más de medio millón de máquinas electrónicas de votación y entrenado a más de 380.000 operadores.

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