¿Lo cívico-militar vs lo electoral? por @Claudiopedia

Claudio J. Sandoval @claudiopedia
Claudio J. Sandoval @claudiopedia

Y ahora que ha sido instalada la “Constituyente” ¿cómo salimos de esto? Una forma de responder es señalando cómo no saldremos de la crisis. Evidentemente la salida electoral está descartada en el corto plazo. Incluso, si la “Constituyente” materializa su pretensión de sesionar por lo menos hasta el año 2019, tampoco existirían posibilidades electorales de cambio de régimen en el mediano plazo.

Sin el componente militar no hay quiebre 

Desconozco de procesos de ruptura y transiciones políticas donde el elemento militar fue excluido de la fórmula de cambio. Estadísticamente, la intervención militar en países sin democracia es la variable más significativa del cambio de régimen.





Entonces ¿por qué la postura oficial de la AN-MUD no reconoce que los civiles por si solos son incapaces de cambiar el status quo? ¿Por qué notorios analistas y activistas políticos ni de casualidad asoman la condición militar en sus propuestas de transición, aunque hablan de autocracia? Saque Ud. sus propias conclusiones…

Un segundo grupo de escépticos menosprecia cualquier tipo de salida que involucre al componente castrense por considerarla incompatible con la modernidad. En abstracto, se trata de una postura avanzada, la cual comparto. En la práctica, esto es una expresión ingenua y desajustada con la realidad, causada por la errada percepción del tiempo y el espacio. Se confunden mecanismos civilizados, comunes en Occidente (v.g. Suiza y Noruega), con el primitivismo que todavía observamos en Venezuela.

¿Participar en procesos electorales consagrados en la constitución de 1999?

Una ley del poder es no regalar espacios irrebatibles. Mientras la élite gobernante se sienta obligada a fingir que es demócrata, no puede arrebatarle a la oposición zonas abrumadoramente “escuálidas”.

Aunque hoy la alternativa electoral es limitada a los fines de la ruptura política, esto no significa que resulte obsoleta e innecesaria. Si las elecciones cumplen el estándar mínimo de competitividad precedente (manipulación de circuitos electorales – gerrymandering-, irregularidades y fraude parcial), no hay excusa para la abstención opositora, pues bajo tales condiciones de desventaja la MUD ganó las elecciones de la Asamblea Nacional y distintas gobernaciones y alcaldías.

En términos estratégicos ¿crees que las protestas serán permitidas y apoyadas por potenciales alcaldes y gobernadores “chavistas” de Chacao, Baruta, Barquisimeto, Lecheria y Miranda? Si la oposición no va a las elecciones, se extinguirán algunos de los medios de protesta pacífica y activismo de calle que se han venido ejerciendo en los últimos meses y años.

Sobran otros ejemplos que justifican la pertinencia jurídico-política de ocupar las instancias de poder que la dictadura no logra secuestrar del todo.

Cabe destacar que varios financistas internacionales le han cerrado las puertas al régimen con respecto a endeudamientos que requerían aprobación previa de la AN.

Han sido esos pesos y contrapesos de poder de facto los que obligaron al régimen a cruzar la línea y elevaron el costo político de sus transgresiones.

Cuando un gobierno se convierte en autocracia, no hay retorno -Maduro continuará siendo un dictador para la mayoría de los venezolanos y la comunidad internacional. Cruzada esa frontera, las oposiciones pueden ir a elecciones y ello no generaría legitimación democrática del régimen –no ocurrió en Alemania del Este comunista, tampoco en el Chile de Pinochet, Zimbabue y Cuba. En Venezuela, el dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez montó unas elecciones en diciembre de 1957 y esto ni lo convirtió en demócrata, mucho menos lo relegitimó, más bien aceleró su caída al mes siguiente.

Conclusiones

El problema no es que la MUD participe en elecciones con un CNE parcializado, el problema es que la MUD-AN traicionó -¿con intención, o por negligencia o por imprudencia?- a los millones de venezolanos que votaron por un cambio el 6 de diciembre de 2015 y el 16 de julio de 2017.

Ciertamente, el régimen nunca fue noqueado en abril-julio pero no tenemos duda de que Maduro estuvo contra las cuerdas, asediado por los costados. Si la MUD-AN se hubiese resteado con el mandato de sus electores, quizás hoy estuviéramos hablando de cómo reconstruir el país con un gobierno interino -es justo reconocer el valor de individualidades políticas que muestran compromiso y coherencia excepcional dentro de dicha coalición opositora.

Esta “Constituyente” es la antítesis de negociación y elecciones democráticas. Las ciencias políticas e historia comparada sugieren que el arrinconamiento de vastos sectores descontentos por parte de élites que controlan parcialmente un Estado disfuncional, tiende a generar sublevaciones armadas, incluyendo las llamadas operaciones militares y paramilitares de “liberación nacional.”