Contexto Venezuela / Análisis integral / Agosto 2017 / Para salir de la crisis económica, política y social que atraviesa el país, ¿Usted apoyaría un diálogo o negociación con el gobierno de presidente Maduro?
Cuanto me gustaría contar con el tiempo forzoso para revisar nuevamente algunos enfoques paradigmáticos de productivos y fecundos diálogos, recomprender, hacer analogías, encontrar, interpelar y visualizar la esencia o sustancia en sus aportes por su riqueza articulado a la praxiología, como lo fueron los diálogos de Aristóteles, Platón, Sócrates, Sartre – Cohn-Bendit, Foucault y Sartre, Sartre y Platón, Humberto Giannini, Kierkegaard, J-P. Proudhon, los históricos diálogos en momentos de guerras para alcanzar la paz.… pero, quien no opinaría con razón, a favor, sin lógica racional o de manera emocional si su casa estuviera ardiendo y su solución dependiera de un diálogo entre partes con intereses bien definidos.
Para algunos estudiosos en la temática de diálogos, la diversidad de la valoración la razón se impone y no se impone en críticos momentos históricos. Un buen diálogo reconoce las soluciones a las problemáticas planteadas, en el diálogo o diálogos se revelan en su dinámica buenas y malas intenciones, estados de ánimo, en definitiva, lo que no se puede ver tal vez en su inmediatez, por consiguiente en ello radica su valor. Ahora bien, un diálogo es también una discusión o contacto que germina con la intención de alcanzar un acuerdo inmediato según la naturaleza de la crisis.
El 30 de Octubre pasado se inició en Venezuela un proceso de diálogo que se extendió por poco más de un mes y que se suspendió después de ambas partes se culparan de haber incumplido los acuerdos. En nuestro contexto, son incontables los debates y críticas contra de la temática de diálogo que hubo entre el gobierno – MUD, casi todas vienen de la oposición, con toda la razón por los precarios resultados, este proceso fallido potenció todos los nudos críticos que impiden un verdadero diálogo sincero, claro y con futuro. Sin embargo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) considera que las señales por parte del gobierno fueron inexistente, lamentable por el laberinto en que se encuentra el país, se reafirma que la salida democrática sigue siendo el adelanto de elecciones generales.
Mientras los radicales “Maduristas” acusa a la MUD de vender “falsas expectativas” con la intención de dividir a la oposición, estos personajes aseguran ante los medios de comunicación que el adelanto de elecciones generales y el referendo revocatorio nunca fueron tratados en los dos únicos diálogos realizados… Queda revelado, Nicolás, entra en contradicciones, no se da por vencido mueve sus piezas del ajedrez con un discurso estratégico donde lo significativo es su proyecto político e impone una Asamblea Nacional Constituyente con caracterización inquisidora, se radicaliza, devela ante el mundo su culto por el pensamiento y práctica de la propuesta comunista: política – económica de Lenin: “que a veces es necesario dar un paso atrás para poder dar dos adelante y poder avanzar”…seguirá el debate en el país, mientras se deteriora la economía y los problemas sociales continúan su configuración compleja hacia una pobreza alcanza el 80% y 10% venezolanos comiendo de la basura.
El gobierno no está interesado en hacer una negociación de verdad, solo quiere dialogar que significa ganar tiempo, lo que se requiere negociar la solución a esta crisis. Se debe construir un proceso urgente que resuelva la situación del país, y no un diálogo para mantener en el poder a Maduro. Es innegable que gobierno está más débil pero más violento que nunca, embriagado de la sinrazón, llevándose por el medio a todos los principios y valores democráticos sin importarle que el mañana si existe, la teoría de Maduro des construir para luego construir está llevando a la ruina país, conectado shock emocional para desarmar el espíritu de lucha de los venezolanos con el objetivo de enfriar las calles, desmoralizar a la oposición.
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