Se necesita una quincena para comprar una caja de cerveza

Se necesita una quincena para comprar una caja de cerveza

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Los carteles donde se anuncian los precios de las bebidas alcohólicas se modifican varias veces en una misma semana, los proveedores varían sus precios bruscamente por la dificultad que presentan para importarlos o por el costo de su materia prima, reseñó El Impulso.





Entre 50.000 y 54.000 mil bolívares cuesta una caja de cerveza en una licorería en Barquisimeto. La misma caja, dos semanas atrás costaba 45.000 bolívares. Este monto equivale a más de una quincena para un trabajador que devengue salario mínimo.

Los trabajadores de los expendios de licores aseguran que la caja varía su precio entre 15% y 20% cada mes.

Una botella de ron nacional, que la semana pasada estaba en 20.000 bolívares, ahora cuesta entre 28.000 y 35.000 bolívares.

El whisky 8 años, elegido por los más finos, pasó de costar 29.000 bolívares a 150.000 bolívares en cuestión de tres meses, y la afamada etiqueta negra no se consigue en el mercado venezolano. Licores de alta gama están desaparecidos del mercado.

Quienes acostumbran a ingerir bebidas alcohólicas, han migrado de las mejores marcas comerciales a otros licores como “los guarapos”, preparados a base de cocuy, ginebra, anís y otros más económicos.

Esta crisis que atraviesa el sector ha obligado al cierre de decenas de establecimientos a quienes las ganancias no les alcanzan para reponer inventario y el panorama no parece ser favorecedor.

Según Adelino Rodríguez, reconocido empresario del área de distribuidores de licores, sus proveedores le ofrecen precios distintos cada hora, cuando anteriormente, los productos variaban de precio dos veces al año.

Aseguró que el nivel de ganancias es menor a 30%, máximo establecido por el Gobierno nacional, “ahora, aunque en la caja se vea más dinero, representa menos ganancia” explica.

Exhortó a todos los comerciantes de su ramo, a colocar precios a cada producto, para evitar inconvenientes con los clientes, además de que existe una ley que indica que ese es el deber ser.

“Hay clientes a quienes les parece caro el producto y lo dejan en su sitio, pero hay otros que no miran precios y van a la caja directamente a pagar, porque saben que ese producto no se consigue y que realmente es muy difícil traerlo a Venezuela” manifestó Rodríguez.