Gehard Cartay Ramírez: La oposición y el realismo político

Gehard Cartay Ramírez: La oposición y el realismo político

 

Ya la MUD escogió sus candidatos a gobernadores en todo el país. Ahora debe enfrentar lo que viene, pero con realismo político.

Resulta obvio que el régimen no esperaba que la mayoría de la oposición democrática participara en la supuesta elección de gobernadores. Resulta obvio también que calculó mal su jugada, al dar por seguro que aquella no participaría, presionada por alguna gente decepcionada por la elección de la fraudulenta Constituyente madurista o porque ya no sienten que podamos salir de la dictadura de manera inmediata.

Se sabía de antemano que si la oposición no postulaba candidatos, entonces el régimen haría sus elecciones y se cogería todas las gobernaciones, sin mucho esfuerzo y gracias al criterio de quienes sostenían la conveniencia de no participar. Está claro que ahora la realidad es otra.

Pero no hay que llamarse a engaño con lo que viene al respecto. La perversidad y el carácter decididamente dictatorial del régimen madurista los llevará a adoptar cualquier medida para prolongar su permanencia en el poder, no importa si la misma es inconstitucional, ilegal e inmoral.

Los “juristas” perversos del oficialismo podrían estar barajando, a mi juicio, cuatro escenarios. Uno: nuevo aplazamiento de las elecciones, apelando a cualquier argumento, por traído de los cabellos que pueda ser. Ya lo hicieron el año pasado y no pasó nada. Lo pueden volver a hacer otra vez, confiados en que tampoco ocurrirá nada.

Dos: convocan las elecciones, pero a través de su fraudulenta “constituyente” madurista “inhabilitan” los mejores candidatos de la MUD, tratando de debilitar su opción y escoger indirectamente aquellos que le más convendrían. Este es un escenario bastante probable también, aunque, por lo visto, el voto opositor va apoyar a cualquier candidato suyo.

Tres: La oposición gana la mayoría de las gobernaciones, pero la fraudulenta “constituyente” madurista termina de quitarle atribuciones a aquellas, hasta hacerlas perfectamente inútiles. Ese camino lo vienen transitando desde hace tiempo, de manera que no tendría nada de extraño que lo intenten.

Cuarto: la fraudulenta “constituyente” madurista elimina la figura de gobernadores y alcaldes en función de su proyecto de Estado Comunal, o también podría aprobar que los gobernadores sean designados otra vez por el presidente de la República.

Alguien me dirá que todo esto es inconstitucional. Y es verdad. Pero todo lo aprobado por la fraudulenta “constituyente” madurista lo ha sido, alegando la escandalosa mentira de que son un poder “supraconstitucional” y “originario”. Y no lo son: ni una ni otra cosa. Ellos no pueden sustituir la vigente Constitución de 1999, ni su poder es originario.

Lo que sí es cierto es que no quieren hacer las elecciones de gobernadores porque se saben derrotados de antemano. Saben que el repudio generalizado del pueblo venezolano a la dictadura les impedirá ganar alguna gobernación, si acaso. Saben que si se cuentan en unas elecciones regionales quedarán, una vez más, desnudos de apoyo popular ante la comunidad internacional y se comprobaría de nuevo que carecen del respaldo de la gran mayoría de los venezolanos.

Ahora unas brevísimas reflexiones sobre las primarias de la MUD. Lo primero que debe anotarse es que los resultados en todo el país no son para engolosinarse. Por ejemplo, la abstención que se puso de manifiesto obliga a los precandidatos triunfadores a trabajar más duro y en unidad con los derrotados y sus equipos. Ya se sabe, desde luego, que en este tipo de procesos la abstención siempre se hace presente. También se sabe que muchos opositores consideraban este evento como una competencia entre los partidos de la MUD y que de antemano votarán por los elegidos.

Todo eso se sabe. Pero algo ocurrió y hay que analizarlo, porque la concurrencia ha debido ser mayor, especialmente luego de la exitosísima jornada del 16 de julio pasado. Todo ello obliga, insisto, a no confiarse en un triunfalismo estúpido ni a subestimar al adversario. Cuidado con ambas tentaciones.

No pretendo ser “aguafiestas”, sino realista. Hay que estar preparados para lo que viene: las emboscadas del régimen, sus maniobras perversas para seguir aferrados al poder, su desconocimiento continuado a la soberanía popular. Si hay elecciones, los candidatos de la MUD deben saber que no van a un carnaval electoral, sino a una dura prueba, donde tendrán que sumar y no dividir, y poner en el terreno su compromiso, su coraje y hasta su vida.

@gehardcartay

 

   

 

 

 

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