Brasil “a la deriva” en materia de seguridad: 61.619 asesinatos en 2016

Brasil “a la deriva” en materia de seguridad: 61.619 asesinatos en 2016

Rio de Janeiro, Brasil October 27, 2017. REUTERS/Ricardo Moraes
Río de Janeiro, Brasil October 27, 2017. REUTERS/Ricardo Moraes

 

Brasil registró 61.619 asesinatos en 2016, siete por hora, una cifra récord que expone una verdadera “deriva” en materia de seguridad, según datos revelados el lunes por el Foro Brasileño de Seguridad Pública, reseñó AFP.

El año pasado, la tasa de muertes violentas llegó a 29,9 por cada 100.000 habitantes, con un aumento de 3,8% en comparación con 2015.





Este indicador supera con creces el límite de 10 muertos por 100.000 habitantes que la ONU considera como violencia endémica, precisó el 11º Anuario Brasileño de Seguridad Pública presentado por la ONG en Sao Paulo.

Samira Bueno, directora ejecutiva de la entidad, explicó que el retraso en presentar el informe obedece a la ausencia de un sistema nacional integrado que colecte esas estadísticas en este país de 208 millones de habitantes y adelantó que, según datos preliminares, 2017 podría mostrar un balance aún más negativo.

“Tengo la sensación de que estamos a la deriva”, resumió Cássio Thyone Rosa, representante del Foro.

Nuevamente los empobrecidos estados del noreste lideraron las estadísticas: Sergipe es el más violento (con una tasa de 64/100.000), seguido de Rio Grande do Norte (56,9) y Alagoas (55,9). Sin embargo, el desglose por capitales trajo una novedad: Porto Alegre (sur) surgió como la tercera ciudad con la mayor tasa de homicidios (64,1/100.000).

Peor que en el siglo XIX

El informe también trae datos sobre la muerte de policías, así como de las víctimas de la violencia de los operativos de seguridad.

La letalidad policial creció 25,8% (4.224 casos) en 2016 respecto al año anterior, lo que implica un promedio de 11 personas asesinadas cada día durante incursiones de las policías militar (a cargo del mantenimiento del orden) y civil (especializada en investigaciones). Casi la mitad de esos caso se registró en Rio de Janeiro y Sao Paulo.

Negros y jóvenes son las principales víctimas de la violencia policial. Un 81,8% tienen entre 12 y 29 años, revela el informe, en tanto que 76,2% son negros. Apenas 0,7% son mujeres.

Si bien la policía de Rio es, porcentualmente, la segunda que más mata del país, sólo por detrás de la de Amapá (norte), sus oficiales son los que más mueren.

En lo que va de 2017, ya 113 policías militares fueron abatidos en la “Cidade maravilhosa”.

Pero el fenómeno es una “tendencia nacional”, dado que el asesinato de policías marca un aumento 17,5% en todo el país, señaló Bueno.

En 2016, 437 efectivos policiales perdieron la vida, un 70% de ellos estando fuera de servicio.

“Nuestra política de seguridad pública es del siglo XIX, e incluso empeoró”, denunció Elisandro Lotin, Policía Militar y miembro de la ONG. “Ni en Venezuela, que es uno de los países más violentos del mundo, hay tantos policías muertos”, afirmó, reconociendo que la falta de preparación y de recursos en los cuerpos de seguridad también está dejando su huella.

“Parecemos los mensajeros del apocalipsis”, comentó Renato Sérgio Lima, presidente del Foro, antes de proseguir con la seguidilla de números.

La ONG lamentó que los únicos indicadores que disminuyeron fueran los de gastos en políticas públicas de seguridad y la aprehensión de armas.

“No tenemos una solución para hoy (…) El gobierno no tiene condiciones de nada, casi ni de llegar a 2018”, dijo el sociólogo Arthur Trindade, en referencia a las políticas de austeridad practicadas por el presidente Michel Temer y por los diferentes Estados brasileños.

12 mujeres mueren a diario

En materia de género, una mujer fue asesinada cada dos horas en 2016, totalizando 4.657 casos. También se denunciaron 49.497 violaciones, aunque Bueno estima que apenas 10% de las víctimas presentan denuncias.

Por primera vez, el anuario incluyó el indicador de desaparecidos: 71.796 notificaciones en 2016. Los especialistas aclararon que debido a la falta de un registro unificado es difícil cruzar información que permita depurar la lista.

Las cifras que brillaron por su ausencia fueron las de la situación carcelaria. Los representantes de la ONG recordaron que el gobierno no divulga números desde 2014.