De manera progresiva y a “cuentagotas”, ya empiezan a aparecer productos manufacturados de la cesta básica, pero a precios altísimos, casi incomprables para las personas que devengan un salario mínimo, lo que les impide adquirir los artículos apropiados para una alimentación sana, publica La Nación.
En muchos comercios mayoristas de La Concordia y en el mercado Los Pequeños Comerciantes se encuentran los productos, como la mayonesa en presentación de un kilo, pero su valor por unidad oscila entre los 40 mil y 42 mil bolívares, cifra que de acuerdo con los mismos comerciantes, se ha disparado en los últimos días, ya que hasta hace apenas 15 días su costo llegaba a los 20 mil bolívares.
Igual ocurre con el arroz, cuyo costo ya llega a los 17 mil bolívares por kilo, tal y como lo aseveró un vendedor del cereal, quien dijo que los nuevos precios de este producto son temporales, pues augura que a final de año pueden duplicarse.
Y si se trata del aceite comestible, cada litro ya se vende en 27 mil 700 bolívares, lo que lo convierte en un artículo de lujo, pero de uso imprescindible en la cocina y para la preparación de gran cantidad de alimentos.
En materia de enlatados, como las sardinas, producto que hace unos años era de los más baratos y de fácil compra para las personas de bajos recursos económicos, cada lata, en presentación de 140 gramos, se vende a tres mil setecientos cuarenta bolívares.
La tradicional harina PAN para las arepas, en los pocos lugares donde se consigue en La Concordia, es vendida por cada kilo en 20 mil bolívares, cifra por demás escandalosa y que hace muy difícil su compra por núcleos familiares que dependen del pago de un salario mínimo.
“Hasta la sal subió”
A la escalada de precios de los productos de la cesta básica no escapa ni uno solo de ellos, al punto que ya un kilo de sal tiene un costo de 3 mil 600 bolívares, en cualquier bodega o tienda de La Concordia.
Y si se trata del papel higiénico, este también ha sufrido incrementos que rayan en lo escandaloso, pues cada rollo es vendido en 8 mil bolívares, por lo cual dos de ellos cuestan 16 mil bolívares, cifra que -aseguran los comerciantes- se triplicó con respecto al mes pasado. “El mes pasado, un fardo de 32 rollos de papel costaba 80 mil bolívares, pero ya llegó a 243 mil bolívares, lo cual es prácticamente tres veces más de lo que costaba, precios estos que tendrá que pagar finalmente el consumidor”, replicó un comerciante.
Pablo Eduardo Rodríguez