Análisis integral / Contexto Venezuela Octubre 2017/ ¿Cuál cree usted que es la verdadera intención del gobierno de Nicolás Maduro?
La violencia en Venezuela es una acción de atropello, carece de una lógica, sensatez, racional, con esta práctica el oficialismo siempre ha tratado desmovilizar a la oposición, la violencia como estrategia tiene la misión de activar el miedo que es un arma sumamente poderosa para desconcertar a millones de personas que adversan la gestión de Maduro. En esta temática de la violencia se articula el poder mediático como creadora de matrices de opinión falsas o manipuladas, es decir tiene su peso específico, sin embargo, la maquinaria mediática Estado está siendo derrotada por las diversas redes sociales utilizadas por los opositores, como espacio de lucha y denuncias ante las muertes de jóvenes y las continuas violaciones a los derechos humanos.
En un Estado totalitario no importa lo que la gente piensa, puesto que el gobierno puede controlarla por la fuerza empleando su violencia. Pero, cuando no se puede controlar a las personas por la fuerza, se tiene que controlar lo que la gente piensa, y el medio conveniente para hacerlo es mediante la propaganda (manufactura del consenso, creación de ilusiones necesarias), marginalizando a la gente en general o reduciéndolo a alguna forma de apatía o sembrando sistemáticamente a través de acciones estratégicas el miedo.
Ahora bien, sabemos que los números en gestión son demoledores para el gobierno, pero el proyecto bolivariano no se entregará tan fácilmente, rodilla en tierra. Maduro en su desesperación convoca a Chomsky con sus estrategias de manipulación mediática para tratar de confundir a los venezolanos y al mundo: La estrategia de la distracción 2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. 3. La estrategia de la gradualidad. 4. La estrategia de diferir. 5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. 6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. 7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. 8. Dividir a los opositores…
La violencia y el uso de la fuerza represiva de Estado Venezolano no resolverán la aguda crisis del país. Deben respetarse los derechos fundamentales del pueblo venezolano, incluido el derecho a manifestar pacíficamente. En Venezuela germino un malestar generalizado desde el pasado 30 de Julio, la emergente ANC asume las competencias de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, lo que se ha sumado a crisis económica y social. La complejidad política que vive nuestro país merece un tratamiento psicológico, indiscutiblemente, está afectando la estructura mental y causa ansiedad en todos los venezolanos. Según datos de la más reciente historia política y social venezolana, este país venia consolidando una cultura de paz, vinculada a la naturaleza humana de los venezolanos que es de pasividad, por supuesto, con sus claras excepciones. Desde que la revolución Bolivariana salió victoriosa en las elecciones presidenciales de 1999, Venezuela ha transitado por frecuentes situaciones de conflictos que han derivado en la confrontación casi a diario entre pueblo contra pueblo, una lucha en el fondo injusta, destructiva, donde lo protagónico lamentablemente es la sinrazón, decir, que lleva intrínseco sembrar el miedo como arma psicológica para desmovilizar principalmente la clase media que en una clara mayoría 80% muestra su rechazo critico a la gestión de Nicolás Maduro.
Es evidente, el sistema político venezolano se ha convertido en un híbrido de rasgos democráticos y autoritarios, una mezcla muy inestable, pero el gobierno se apoya más en el segundo, es demasiado autoritario para coexistir con las instituciones democráticas, ejemplo Asamblea Nacional, demasiado débil para abolirla, corre el riesgo de perderlo todo. Sin embargo, se atreve a presentar a gobernar con una improvisada Asamblea Nacional Constituyente, por cierto, según nuestro estudio flash sólo cuenta con un respaldo popular que representa el 18,3% de los venezolanos.
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