Príncipe saudí dice que suministro de cohetes de Irán a milicias es agresión militar

El Príncipe Heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, asiste a una conferencia en Arabia Saudita, el 24 de octubre de 2017. REUTERS / Hamad I Mohammed
El Príncipe Heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, asiste a una conferencia en Arabia Saudita, el 24 de octubre de 2017. REUTERS / Hamad I Mohammed

 

El príncipe heredero al trono de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, dijo el martes que el suministro de cohetes por parte de Irán a milicias en Yemen es un acto de “agresión militar directa”, informó la agencia de noticias estatal saudí SPA.

La provisión de cohetes al movimiento rebelde houtí en Yemen, aliado de Irán, “constituiría un acto de guerra contra el Reino”, declaró el príncipe, citado por SPA, en una conversación telefónica con el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson.





Fuerzas de defensa aérea saudíes interceptaron un misil balístico que dijeron que fue disparado contra Riad el sábado por la milicia houtí que controla grandes partes del vecino Yemen, incluyendo la capital Saná, en medio de una guerra civil.

Irán ha negado haber estado detrás del lanzamiento de misiles y rechazó los comentarios saudíes y estadounidenses condenando a Teherán, que calificó de “destructivos y provocativos” y de “calumnias”.

En una entrevista con CNN el lunes, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, acusó al grupo armado libanés Hezbollah de disparar el misil contra Riad desde territorios bajo control houtí.

“Respecto al misil (…) ese fue lanzado contra territorio saudí, fue un misil iraní lanzado por Hezbollah desde territorios ocupados por los houtís en Yemen”, agregó.

En reacción al misil, la coalición militar liderada por los saudíes que lucha contra el movimiento houtí en Yemen dijo el lunes que cerraría todos los accesos aéreos, terrestres y marítimos hacia el país de la Península Arábiga.

Esa medida probablemente profundice una crisis humanitaria en Yemen que, según Naciones Unidas, ha dejado a unos 7 millones de personas al borde de la hambruna y a 900.000 personas infectadas con cólera.

Reuters