Un centenar de parejas paraguayas recordará para siempre este 15 de noviembre, el día en el que contrajeron matrimonio en una ceremonia múltiple celebrada en la Catedral Metropolitana de Asunción.
Poco antes de las 15 hora local, los novios, todos trabajadores de un grupo empresarial del país, ocupaban ya sus asientos en el interior de la Catedral, acompañados por sus padrinos y madrinas.
Las novias, por su parte, se hicieron esperar un poco más, ya que todas se prepararon juntas esa mañana para el enlace.
Las contrayentes aparecieron en varios autobuses, fletados también por la empresa para la que trabajan, y antes de bajar contaron a Efe que su compañía se había encargado de pagar sus vestidos, peluquería y maquillaje, así como los trajes de sus novios.
A su llegada, sus parejas salieron a la entrada del templo y se formaron para recibirlas, por orden según los número asignados para facilitar su encuentro y su ubicación durante la ceremonia.
Nerviosos, los novios colocaban sus corbatas y las flores de sus solapas, mientras ellas esperaban su turno para bajar del autobús, muchas ya con lágrimas de emoción en los ojos.
Las parejas que se casaron hoy en Asunción tenían historias diferentes, pero todas compartían la misma alegría por formalizar su relación.
Modesta y Bienvenido eran pareja desde hacía 28 años y ya tenían hijos, pero fue la iniciativa de su empresa de sufragar los gastos de los matrimonios de sus trabajadores lo que les llevó a dar el paso.
“Estamos cumpliendo nuestro sueño, estamos muy felices”, dijeron los dos a Efe.
Otros novios también se conocían desde hacía décadas, aunque otros no, como Julián Bobadilla, que solo llevaba 11 meses con su novia.
“Estaba en los planes casarnos, íbamos a hacerlo en enero, pero salió esto y aprovechamos”, relató.
Al igual que Bobadilla, otros trabajadores del grupo decidieron celebrar su boda este día y disfrutar de un enlace con todos los gastos pagados.
La ceremonia congregó a más de 100 parejas junto con sus padrinos, así como familiares, algunos de los cuales tuvieron que quedarse de pie tanto en la iglesia como en la puerta.
Este enlace múltiple fue oficiado por una decena de sacerdotes que se fueron desplazando por la catedral para que las parejas pronunciaran sus votos.
Tras el acto religioso, los nuevos matrimonios se desplazaron al exseminario metropolitano de la capital para brindar y festejar su enlace.
