Venezuela, PDVSA y el incumplimiento de pagos

Venezuela, PDVSA y el incumplimiento de pagos

A woman walks by a small square with an oil pump in one of the access roads to the Central University of Venezuela, in Caracas on November 14, 2017. Venezuela has been declared in "selective default" by Standard and Poor's after failing to make interest payments on bond issues as it tries to refinance its $150 billion foreign debt. / AFP PHOTO / Federico PARRA
Una mujer camina frente a un balancín petrolero colocado en una plaza a un costado de la Universidad Central de Venezuela en Caracas, el 14 de Noviembre de 2017. Venezuela fue catalogada por la agencia Standard and Poor’s en “default selectivo” después de fallar en algunos pagos de capital e intereses de unos de sus bonos de deuda externa de unos 150 MMMUSD / AFP PHOTO / Federico PARRA

 

Estamos muy claros y conscientes que este es el tema central, en este momento, en materia económica, para Venezuela y quizás para Latinoamérica, aun cuando debemos considerar que, el impacto global del default de Venezuela, es “limitado” ya que representa, tan solo el 1% del PIB mundial.

Por Horacio Medina @unape





Trataremos de hacer algunos comentarios desde una óptica diferente a la que ha venido siendo comentada, por agencias internacionales, medios de comunicación y analistas financieros.

Comenzaremos por definir las razones principales y fundamentales que han desencadenado esta situación, desde nuestro punto de vista:

1. Destrucción masiva del aparato productivo nacional privado y público, bien por diseño exprofeso o por negligencia propia de la aplicación de modelo político decadente que sustenta un modelo económico inviables y absurdo.

2. Dentro de la destrucción del aparato productivo nacional debemos resaltar la devastación de PDVSA, fuente primordial de divisas para el país.
i) Un proceso sistemático que comenzó con la desprofesionalización de la empresa y continuó con progresivo plan de destrucción ética y moral, corrompiendo todos los estratos de empresa.
ii) Sumado a esto, la falta de inversiones para aumentar la capacidad de producción, además de la ausencia recursos monetarios y de una política de manteamiento preventivo y correctivo de la infraestructura e instalaciones, lo cual ha ocasionado un deterioro ostensible en todas operaciones.
iii) En términos prácticos, este deliberado proceso, ha ocasionado una pérdida de producción superior a 1 millón 400 mil barriles en 15 años y, peor aún, 750 mil barriles en los últimos tres años. Producción que de haber se mantenido, habría generado recursos para afrontar las deudas (aunque tal vez se lo hubiesen robado o dilapidado como excedente).
iv) Esta pérdida de producción ha ocasionado la necesidad de importar subproductos de refinación para dilución del crudo pesado, dada la ausencia de producción de crudos livianos en el país. Además, esta reducción ocasiona una disminución del volumen enviado a refinación que aunado al dramático deterioro de la plantas en las refinerías obligan a la importación de gasolina y diésel para el mercado local, el negocio del contrabando y suministro a países amigos o cómplices.
v) Al reducir la producción de crudo se merma de manera significativa la producción de gas asociado, mientras que la poca o ninguna incorporación de gas libre, se suma para producir escasez de gas para mercado interno, generación termoeléctrica y sector petroquímico, el cual se encuentra prácticamente colapsado.

3. Endeudamiento masivo e irracional del país comprometiendo seriamente el futuro, para cual se tomaron o destruyeron instituciones, organismos o mecanismos de control de gestión y manejo de la política monetaria, tales como Asamblea Nacional, Contraloría General de República, Banco Central de Venezuela, etc. Esto sumado al desconocimiento total de recomendaciones provenientes de entes financieros multilaterales y abandono de algunas instituciones de seguimiento y control (ej., SEC). No olvidemos además que para crear una sensación de poder de pago holgado para obtener mayores créditos, se violentaron todos los procesos y preceptos técnicos y se aumentó el Factor de Recobro de la Faja, para duplicar las reservas y crear el mito, similar al legendario “El Dorado”.

Por supuesto hay muchos más antecedentes, pero esto parece suficiente para contrariar la teoría de muchos adláteres de Nicolás Maduro que pregonan, al igual que él, sobre la supuesta guerra económica o buscando en las medidas y sanciones de países como Estados Unidos, Canadá y Unión Europea los culpables de la crisis. Mienten de manera deliberada, descarada y cínica.

Ahora bien, nos quedan por los momentos un par de comentarios:

I. Es cierto que Venezuela ha sido un buen pagador de sus compromisos de deuda, como dice Jorge Rodríguez, pero no es menos cierto, lo cual no menciona de ninguna manera Jorge Rodríguez que este cumplimiento ejemplar con los acreedores, muchos quizás, amigos o conocidos del ministro, ha sido a expensas de haber creado una crisis humanitaria de incalculables proporciones que termina por desencadenar:
· la muerte de centenares de niños por desnutrición;
· las indignantes escenas de gente comiendo restos en la basura que se traduce en serios problemas de infecciones o en el deterioro progresivo de su salud por pésima dieta alimenticia.
· la agonía y posterior fallecimiento de muchos ciudadanos venezolanos por falta de medicinas incluyendo aquellos trasplantados o que sufren Enfermedades Crónicas No Transmisibles tales como diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y enfermedad renal, etc., muchas de las cuales, por cierto, se ven potenciadas por la mala alimentación y el colapso de ocurrido en centros asistenciales y el sistema salud en general.
· serias fallas en suministro de medicinas para pacientes con VIH/Sida y descuido total de políticas de preventivas para esta y otras enfermedades de transmisión sexual que se contagian, eminentemente, durante relaciones sexuales vaginales, anales y orales, como sífilis, gonorrea, VPH, herpes, etc. atención preventiva para
· el desmedido crecimiento y agudización de enfermedades y padecimientos, erradicadas o controladas, en el pasado reciente que se han transformado, en algunos casos, en epidemias tales como difteria, malaria, paludismo, sarampión, sarna, etc.

II. No es cierto que Venezuela tenga opción alguna de restructurar y renegociar su deuda, a menos que exista un cambio en el modelo político. Desde el régimen, se harán todos los esfuerzos por ganar tiempo, por engañar, por confundir. Es cierto que los acreedores no están interesados en declarar un “default” que implicaría para ellos grandes pérdidas patrimoniales, por ello trataran de agotar todos los espacios posibles para encontrar acuerdos. El régimen lo sabe y tratará de aprovecharse.

Cuando llegue el momento que se agote esa opción, los acreedores buscarán recuperar una porción de sus acreencias (10%-20%) cobrando el seguro y/o vendiéndolas a “fondos buitres” que en algún momento, buscaran un arreglo que podría ser hasta del 100% del valor de esas acreencias.

Será un proceso de engaños y manipulaciones, de intereses sobre principios, mientras el gran perjudicado a corto plazo será el pueblo de Venezuela. Mientras el régimen hace maromas para mantenerse o, mientras China, Rusia y/o India decidan o no, hacerse cargo del país o no.

Todo esto nos lleva una reflexión, llena de angustia y desesperación, se hace inaplazable buscar una fusión de voluntades cívico-militar que pueda desplazar a este régimen forajido, antes que la destrucción del país se consume o pasemos a ser una colonia (o estado asociado) de China y/o Rusia.