Cristian Silva: ¡Yo me quedo en Venezuela!

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“No hay mal que dure mil años ni cuerpo que lo resista, yo me quedo en Venezuela porque yo soy optimista… No me importa los colores ni la magia electoral; con todo y eso me quedo, este es mi país natal…”





Así es la letra de una canción de Carlos Baute, ahora considerada como otro himno nacional de nuestro país.

Aquí no se vale llanto, desesperanza, tristeza, dolor, angustia ni estrés. Debemos resistir las penurias, carencias, abusos, sinsabores y arrogancia de unos hermanos venezolanos, quienes al parecer no se han leído la obra de Francisco Herrera Luque titulada: “El vuelo del Alcatraz”.

Allí, el relevante connacional retrata la grandeza de Bolívar, Urdaneta, Arismendi, Páez, Mariño, Bermúdez. Describe como nuestro libertador acompañado por 3.000 hombres atravesó la cordillera andina para libertar Colombia. Pero, al territorio neogranadino solo llegaron 1.200.

Por lo menos 1.800 compatriotas murieron a consecuencia del frío de la montaña; venezolanos “alpargatudos” quienes salieron a liberar a Santander, Bogotá, Cúcuta, Cundinamarca.

Hoy los requerimos. Necesitamos esa voluntad, la fuerza, la valentía y el ímpetu desenfrenado de José Antonio Páez y sus lanceros para desalojar de Venezuela varios imperios; más deshumanizados, sangrientos y crueles que la misma España colonial.

Yo pienso que esos lanceros y guerreros se encuentran en el alma, mente y corazón de todos los hombres y mujeres libres con acceso a leer este artículo. En lo más profundo de ti se encuentra esa furia y la fuerza necesaria para defender y liberar nuevamente tu país. ¡No te vayas!

Y quienes nos quedamos por razones de edad, miedo, temor, aspiración, ‘agallas’ o auténtico nacionalismo libertario bolivariano, no podemos permanecer de brazos cruzados esperando la aparición de un redentor extraterrestre.

Ese líder, rey, mesías o libertador se encuentra en el interior de cada uno de nosotros. Solo necesitas evaluar tu potencial y ponerte en acción inmediatamente.
Casualmente se acaba de celebrar el día de la caída del Muro de Berlín, como presagiando el pronto final de la tiranía; y además se crea una Ley Contra el Odio. Me gustaría ver la aplicación de la misma contra funcionarios que niegan alimentos, medicinas y otros servicios del Estado a quienes no son maduristas y tampoco tienen el carnet de la patria.

Igualmente, que apliquen esa ley a aquellos directores de medios audiovisuales como Venezolana de Televisión y la gigantesca red de emisoras de radio llamadas alternativas, las cuales dedican toda su programación a transmitir contenidos llenos de odio, polarización y resentimiento. Muy diferentes a nuestra idiosincrasia pacífica, democrática; con valores altruistas como el amor, el trabajo productivo, la honradez, la bondad; y totalmente en contraste a la furia enloquecida de una ideología política irracional y ajena a nuestra cultura.

Cuando las televisoras, radios y medios impresos oficialistas -financiados con el presupuesto petrolero propiedad de todos y cada uno de nosotros los venezolanos- den cabida en su pauta a opinión de ciudadanos con pensamiento plural y disidentes de esta revolución, entonces tendría algún sentido la naturaleza de esta ley. De lo contrario, queda claramente desnuda su esencia de cercenar aún más las libertades e implantar un sistema totalitario, dictatorial y comunista. Hazaña que no podrán los venezolanos. Somos hijos de la libertad y la democracia.

Cristian Silva
Secretario general
Unidad Visión Venezuela Sucre
www.visionvenezuela.com.ve
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Twitter: @visionvenezuela