Allegados a Mugabe dicen que aceptó renunciar a la presidencia

(FILES) This file photo taken on August 22, 2013 shows Zimbabwean President Robert Mugabe (R), accompanied by wife Grace, raising his fist as he greets the crowd at his inauguration ceremony in Harare at the National 60,000-seat sports stadium. Zimbabwe's military appeared to be in control of the country on November 15, 2017 as generals denied staging a coup but used state television to vow to target "criminals" close to President Robert Mugabe. Mnangagwa's dismissal left Mugabe's wife Grace, 52, in prime position to succeed her husband as the next president -- a succession strongly opposed by senior ranks in the military. / AFP PHOTO / ALEXANDER JOE
AFP PHOTO / ALEXANDER JOE

 

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, aceptó renunciar luego de 37 años en el poder, dijo este domingo uno de sus allegados a la AFP, bajo condición de anonimato.

“Él aceptó renunciar”, dijo la fuente al ser consultada sobre el contenido del mensaje que Mugabe dirigirá este domingo por televisión tras cinco días de tensión con los militares.





Los zimbabuenses han vivido una histórica semana en la que el ejército tomó el poder y puso en arresto domiciliario a Mugabe, de 93 años, en respuesta a la destitución del vicepresidente Emmerson Mnangagwa.

Los analistas consideran que los militares actuaron luego de que la esposa de Mugabe, Grace, de 52 años, se hubiese asegurado la prioridad para suceder al presidente tras una dura lucha por el poder con el vicepresidente Mnangagwa, que tiene estrechas relaciones con el ejército.

Después de las masivas manifestaciones del sábado para pedir la dimisión de Mugabe, que no se veían desde la independencia en 1980, las especulaciones sobre una eventual renuncia del anciano líder aumentaban después que la televisión estatal ZBC anunciase que Mugabe “se dirigirá a la nación en directo desde el palacio presidencial”.

El anuncio de que se dirigirá al país ocurre luego de una segunda ronda de conversaciones con el jefe del Ejército, Constantino Chiwenga, en la residencia presidencial.

ZANU-PF había dado menos de 24 horas al político de 93 años para abandonar su puesto como jefe de Estado o enfrentar un juicio político, en un intento de asegurar un fin pacífico a su mandato tras el golpe militar de esta semana.

Otra fuente dijo a Reuters que las fuerzas armadas de Zimbabue estaban trabajando en la declaración de renuncia de Mugabe, sin dar otros detalles.

 

President Robert Mugabe meets with senior members of the Zimbabwe Defence Forces and police at State House in Harare, Zimbabwe November 19, 2017. ZIMPAPERS/Joseph Nyadzayo/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. NO RESALES. NO ARCHIVES. ZIMBABWE OUT
 Harare, Zimbabwe November 19, 2017. ZIMPAPERS/Joseph Nyadzayo/Handout via REUTERS 

 

La televisión estatal ZBC dijo que Mugabe daría pronto un mensaje a la nación. Temprano el domingo, el periódico oficial de Zimbabue, el Herald, publicó fotografías del político reunido con militares de alto rango en sus oficinas de la residencia oficial.

 

President Robert Mugabe meets with senior members of the Zimbabwe Defence Forces and police at State House in Harare, Zimbabwe November 19, 2017. ZIMPAPERS/Joseph Nyadzayo/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. NO RESALES. NO ARCHIVES. ZIMBABWE OUT
 Harare, Zimbabwe November 19, 2017. ZIMPAPERS/Joseph Nyadzayo/Handout via REUTERS 
President Robert Mugabe meets with senior members of the Zimbabwe Defence Forces and police at State House in Harare, Zimbabwe November 19, 2017. ZIMPAPERS/Joseph Nyadzayo/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. NO RESALES. NO ARCHIVES. ZIMBABWE OUT
Harare, Zimbabwe November 19, 2017. ZIMPAPERS/Joseph Nyadzayo/Handout via REUTERS   

Mugabe, único gobernante que la nación africana conoce desde su independencia de Reino Unido en 1980, fue reemplazado por Emmerson Mnangagwa, cuya reciente destitución por el líder ahora caído en desgracia precipitó la intervención militar.

Mnangagwa, un ex jefe de seguridad del Estado conocido como “El Cocodrilo”, ahora está en la vía para encabezar un gobierno interino de unidad post Mugabe que deberá enfocarse en reconstruir las relaciones con el extranjero y estabilizar una economía en caída libre.

La próxima elección presidencial está programada para 2018.

En escenas impensables hace una semana, el anuncio fue recibido con aplausos por los 200 delegados congregados en una reunión especial en la sede central del partido ZANU-PF en Harare para sellar el destino de Mugabe, cuyo apoyo se ha derrumbado en los cuatros días que pasaron después que el Ejército tomó el poder.

A Mugabe le habían dado plazo hasta el mediodía del lunes (1000 GMT) para renunciar o disponerse a enfrentar un juicio, un final humillante para la carrera del veterano de la política africana que otrora era reconocido en todo el continente como un héroe de la liberación anticolonial.

A medida que la economía se derrumbaba y la oposición política a su gobierno crecía a fines de la década de 1990, Mugabe se mostró tal cual era, tomó el control de miles de granjas de propiedad de blancos, detuvo a opositores y dio rienda suelta a las fuerzas de seguridad para que aplastaran a la disidencia.

También fue expulsada del partido la esposa de Mugabe, Grace, de 52 años, que albergaba la ambición de suceder a su esposo.

Cuando se anunció la votación para apartar a Mugabe, el líder de los veteranos de guerra Chris Mutsvangwa, que encabezó una campaña de 18 meses para remover a un hombre al que describió abiertamente como “dictador”, abrazó a sus colegas y exclamó: “el presidente se fue. Larga vida al nuevo presidente”.

El Ejército tomó el poder el miércoles pasado y confinó al líder a su residencia. El sábado, decenas de miles de zimbabuenses no necesitaron un anuncio oficial de la esperada caída del presidente para salir a las calles de Harare cantando, bailando y abrazando a los soldados en una demostración de euforia, emocionados por un posible cambio político y económico tras dos décadas de represión y dificultades cada vez mayores.

Con información de AFP y Reuters