Un soldado de Corea del Norte que resultó herido mientras desertaba al Sur fue tratado en un hospital surcoreano. El oficial atravesó la Zona Desmilitarizada (DMZ, por su sigla en inglés) que separa ambas Coreas tras el armisticio de 1953.
Mientras le trataban las heridas de bala, los médicos hallaron enormes parásitos en su intestino y que podrían ser un reflejo de la mala nutrición dentro de las fuerzas armadas norcoreanas, reseñó La Nación.
Los galenos informaron que el soldado, cuya identidad no ha sido difundida, mide 1,7 metros y pesa solo 60 kilogramos. “Llevo más de 20 años como cirujano y no he hallado parásitos de este tamaño en los intestinos de los surcoreanos”, dijo Lee Cook-jong, quien dirige al equipo médico que atiende al soldado, a los reporteros.
Las fuerzas armadas de Corea del Sur dijeron que cuatro soldados norcoreanos utilizaron pistolas y fusiles AK para dispararle unos 40 cartuchos a su ex compañero, quien recibió al menos cinco balazos.
El soldado fue encontrado debajo de una pila de hojas en el lado sur del Área Conjunta de Seguridad y las tropas de Corea del Sur se arrastraron para rescatarlo. Luego un helicóptero del Comando de las Naciones Unidas lo trasladó al hospital de Ajou.