Estatal petrolera china Sinopec demanda a Pdvsa en tribunal estadounidense

File photo of China's President Xi attending meeting with Venezuela's President Nicolas Maduro at Miraflores Palace in Caracas

 

Una de las mayores petroleras estatales de China, Sinopec, está demandando a Pdvsa en un tribunal estadounidense, en una señal de que la paciencia de Pekín por las deudas impagas se está agotando a medida que la nación caribeña se hunde más en el caos económico y social.





Jonathan Wheatley / Financial Times
Traducción libre de lapatilla.com

La demanda sería por 23,7 millones de dólares más daños punitivos por un contrato de mayo de 2012 para suministrar varillas de acero por un monto de 43,5 millones de dólares, la mitad de los cuales sigue sin pagar, según documentos judiciales vistos por Financial Times.

“Las promesas de pago de Pdvsa han sido vacías en todo momento”, indicó Sinopec en su demanda.

El monto en disputa es pequeño pero revela un colapso en las relaciones de un orden mucho mayor. Sinopec acordó en septiembre de 2013 invertir 14 billones de dólares en un yacimiento petrolífero venezolano, según informó Rafael Ramírez, ministro de Petróleo de Venezuela en ese momento.

Sinopec formó parte de las inversionistas y los prestamistas chinos que sumaron más de 62 mil millones de dólares a la nación rica en petróleo, Venezuela, entre 2007 y 2016, según la base de datos de financiamiento entre China y América Latina del Inter-American Dialogue, un grupo de expertos. Pero Caracas ha tenido problemas para pagar sus deudas ya que el precio del petróleo ha caído desde su máximo de 2014 y la producción en Pdvsa ha disminuido.

 

La demanda en Houston
La demanda en Houston

 

Duro lenguaje… “han perdido la fe”

El lenguaje de la demanda de Sinopec, presentada el 27 de noviembre en un tribunal de distrito de los Estados Unidos en Houston, Texas, revela cuán mal se han deteriorado las relaciones.

Sinopec acusa a Pdvsa de utilizar “un caparazón descapitalizado con el único propósito de evitar que Sinopec tenga un remedio” y dice que su conducta “constituía tergiversaciones intencionales, engaño y ocultación de hechos materiales” que involucraban “engaño deliberado” y una conspiración coordinada entre varias unidades de PDVSA.

“Esto es cuando sabemos que China no va a rescatar a estos tipos”, dijo Russ Dallen, del banco de inversión Caracas Capital, quien sigue de cerca a Venezuela y quien primero reveló los documentos judiciales a sus clientes.

Los abogados de Sinopec declinaron hacer comentarios. Pdvsa no pudo ser contactado.

Pdvsa y el gobierno de Caracas han sido declarados en default varias veces por las agencias calificadoras desde mediados del mes pasado luego de que comenzaron a perder las fechas de los pagos de sus bonos internacionales.

Dallen dijo que la demanda de Sinopec se le suma a la evidencia que sugiere que China ya no estaba dispuesta a extender el crédito a Venezuela, y que su cambio de actitud había inclinado a Caracas y Pdvsa a la cesación de pagos.

El año pasado, Pekín acordó renegociar sus préstamos a Venezuela, ayudándola a mantener los pagos a los tenedores de bonos. Esta ha sido una prioridad para Caracas, ya que temía que el caos provocado por el incumplimiento derribaría al gobierno.

Pero ha tenido problemas para mantener sus reembolsos a Pekín, que lo hace en forma de petróleo. Los estados financieros de PDVSA muestran que envió un promedio de 505,000 barriles de petróleo por día a China el año pasado, por un valor total de 5.8 billones de dólares, una fuerte caída considerando que disminuyeron de 8.3 billones en 2015 y 14.4 billones en 2014.

Los analistas dicen que estos valores son exagerados ya que le dan un precio al petróleo antes del descuento que China ha negociado, que se cree que es alrededor del 35 por ciento del valor informado por Pdvsa.

“China ha dejado de renovar las deudas de Venezuela”, dijo el Sr. Dallen. “Han perdido la fe”.

El único acreedor externo que aparentemente está dispuesto a apoyar a Caracas es Rusia. El mes pasado, justo cuando Caracas declaraba incumplimiento, acordó reestructurar 3.15 billones de deuda venezolana.

En una señal más de la participación de Rusia, Dallen dijo que uno de sus clientes había recibido un pago de bonos a través de un banco ruso.