A pocas horas de celebrarse el Clásico Internacional del Caribe, máximo evento hípico de la región, el potro venezolano El Cubita despunta como el candidato principal para alzarse con la victoria en la carrera que repartirá 300.000 dólares en premios, como el abanderado de una latente afición que representa al deporte con mayor arraigo dentro del país caribeño, sólo comparable con el gusto por el béisbol, se estima que unos 10 millones de venezolanos, es decir un tercio de la población del país, está siguiendo en detalle las incidencias que rodean la gran carrera.
Nota de prensa
En toda época la afición hípica venezolana ha tenido grandes ídolos como My Own Business, Gelinotte, Negresco, Trinycarol; jinetes de gran talla, con campaña en diversos países como John Velázquez, Alex Solís y Fernando Jara declararon, después de montar en Venezuela, que nunca habían percibido mayor pasión por las carreras que en los hipódromos venezolanos.
La edición de este año marca un hito en la hípica caribeña, pues es primera vez que la Serie Hípica del Caribe no se celebrará en uno de los países miembros, sino en Gulfstream Park, Miami, justo cuando arranca la temporada estelar de invierno en este moderno hipódromo que es uno de los más importantes de los Estados Unidos.
Los representantes venezolanos La de Horacio, Tuki Montón y El Cubita atraviesan excelente condición física, pero es éste último el que desde su llegada a Miami ha captado la atención de los especialistas en la materia, primero por su impetuoso físico (1.165 libras) y segundo por la aptitud que ha demostrado en cada entrenamiento en los que se le ha exigido desempeño de alto rendimiento.
El venezolano El Cubita será montado por el jinete ídolo de los últimos tiempos en Venezuela: Emisael Jaramillo y presentado por Juan Carlos Ávila, campeón entrenador en Venezuela.
Por otro lado El Cubita defenderá los colores de sus criadores, los Ceballos, una familia altamente conocida en Venezuela, no sólo por el arraigo hípico que sostienen desde hace más de 35 años, sino también por la peculiaridad de los nombres de sus animales y, en otro ámbito, por los desarrollos de construcción que han hecho a lo largo de todo el país.
Generalmente Alejandro Ceballos Jiménez, presidente del Grupo 7C Racing Stable, empresa propietaria de los caballos, asigna a los ejemplares nombres de los miembros de la familia, La Meneca por ejemplo, que fue su primer ejemplar de carrera hace 35 años, fue llamada así porque ese era el apodo cariñoso con el que se refería a Luz Marina, su hija mayor, por la misma época tuvo a Menecón, en honor a su hijo Alejandro Andrés y a la yegua Aurífera haciendo alusión a su madre; El Cubita es en cambio el apodo que su padre le endilgó a Javier, el más joven de sus hermanos.
El Haras “Urama”, su centro de cría en Venezuela, considerado un haras pequeño, con extensión de apenas 75 hectáreas, ha logrado meterse entre los cinco primeros puestos de la estadísticas con una pequeña producción de sólo 26 caballos por año, de los que han salido animales de la calidad de la yegua Princesa Sofía, mayor productora de dinero en la historia del hipismo venezolano y Don Lucas, que en su momento también ostentó el liderato en premios en La Rinconada, ambos ídolos de esa multitudinaria afición. Ejemplares criados en el “Urama”, pero que fueron comprados por la familia Johns, en el caso de Princesa Sofía y por los Muci en el de Don Lucas.
Además de El Cubita, el Grupo 7C tendrá a otro representante en la Serie del Caribe: Forze Mau, que correrá la Copa “Velocidad del Caribe” en 1.200 metros, este caballo está invicto en dos actuaciones en el hipódromo La Rinconada, en Caracas. Forze Mau será montado por Javier Castellano, zuliano con años en Norteamérica, considerado el mejor jinete de los Estados Unidos y miembro del Salón de la Fama del hipismo norteamericano. Desde nuestra redacción le deseamos toda la suerte a la delegación que cobija el tricolor venezolano en la Serie Hípica del Caribe.