Salieron barato: Narcosobrinos son sentenciados a 18 años de prisión

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Efrain Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la pareja presidencial venezolana, fueron sentenciados a 218 meses de prisión (18 años) sin beneficios y les fue impuesta una multa de 50 mil dólares a cada uno este jueves por intentar traficar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos.





Para dictar sentencia, el juez Paul Crotty tomó en consideración que los narcosobrinos no poseían antecedentes ni en Venezuela ni en EEUU, además de los discursos de ambos sentenciados, quienes alegaron que nunca pensaron en contribuir con este dinero a representantes políticos y siempre trataron de desligarse del liderazgo político de Venezuela, según relató la periodista Maibort Petit.

Por su parte, la abogada María Alejandra Días explicó que hubo una declaración por parte de los dos acusados, donde Campo Flores defendió sus relaciones familiares, le pidió perdón a su esposa por no haber estado presente en el nacimiento de su hijo y no hizo referencia a ningún otro familiar. Mientras que Flores de Freitas también señaló durante el juicio la importancia de la familia ante el juez.

“Hablaron de que su infancia fue muy pobre, se consideraban unas personas muy sufridas. Dijeron que hasta el momento de su arresto habían vivido de manera muy modesta, en un departamento compartido de dos habitaciones, arreglando teléfonos, vendiendo comida y que las ganancias de sus actividades ilícitas eran para el sustento de sus familias. Me llamó mucho la atención cómo ambos acusados intentaron desligarse de la pareja presidencial en todo momento”, dijo Díaz en una transmisión de Periscope.

Los narcosobrinos han estado recluidos en el Metropolitan Correctional Center de Nueva York desde el 10 de noviembre de 2015 cuando fueron arrestados en Haití.

Sus propios abogados los describieron en la corte de Manhattan como a dos “estúpidos” y “novatos” que intentaban ganar millones sin entender nada del narcotráfico y cayeron en una trampa de la DEA.

Pero la fiscalía, que buscaba la pena de cadena perpetua, aseguró que los jóvenes pertenecientes a la familia más poderosa de Venezuela se creían impunes para enviar casi una tonelada de cocaína a Estados Unidos.

En noviembre de 2016, tras un juicio de nueve días, un jurado popular decidió por unanimidad que dos sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro, eran culpables de planificar un vuelo que transportaría 800 kg de cocaína de Venezuela a Honduras, con Estados Unidos como destino final, a cambio de 20 millones de dólares.


– Operación encubierta –

Los dos sobrinos fueron detenidos en Haití en noviembre de 2015 por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, que llevó a cabo operaciones encubiertas en Venezuela y Honduras para capturarles.

La sentencia fue aplazada varias veces a la luz de nueva evidencia presentada por la fiscalía, incluidos chats telefónicos entre los dos acusados en los cuales intercambian fotos de una cabeza decapitada y un cuerpo desmembrado, y chats entre los acusados y otras personas en los cuales se discuten presuntos asesinatos.

“En este caso, el gobierno busca una sentencia a cadena perpetua contra acusados sin antecedentes penales, donde no hubo droga incautada y no hubo acusaciones de violencia”, dijeron los abogados defensores Randall Jackson y David Rody en una carta al juez Crotty.

– “Venganza” –

Cilia Flores consideró el arresto de sus sobrinos como un “secuestro” y dijo que se trataba de “una venganza”. Para Maduro, la meta de Estados Unidos es atacar a su gobierno.

“¿Ustedes creen que son casualidad (los ataques)? ¿Que el imperialismo haya creado una causa que tiene como único objetivo atacar a la primera dama, a la primera combatiente, a la esposa del presidente, ustedes creen que es casualidad?”, preguntó el mandatario socialista hace poco más de un año, durante un mitín.

Los delitos de los que fueron acusados conllevan una pena mínima de 10 años, y un máximo cadena perpetua.

Algunos de estos factores agravantes con el potencial de alargar la sentencia son la intención de enviar más de 450 kg de droga a Estados Unidos, el uso de un arma de fuego, el uso de un avión en conexión con la conspiración, supervisión de otras personas o el pago de sobornos a fuerzas del orden.

Uno de los abogados de los acusados, Randall Jackson, argumentó en una audiencia celebrada en octubre que “hay cero pruebas” de que las armas eran de sus clientes (fotos de un arma aparecieron en el teléfono de uno de los sobrinos), que nunca transportaron droga en un avión ni pagaron sobornos y que no eran jefes de nadie, pero el juez desestimó sus objeciones.

“Todo es parte de lo mismo: (estos factores) les daban más chances de tener éxito” en su conspiración, dijo el juez Crotty.

El juez rechazó no obstante otros dos factores agravantes presentados por el gobierno, dando la razón a la acusación: obstrucción de justicia y amenaza creíble de violencia para cometer el crimen.

Con información de AFP