2017 año apocalíptico, por Nelson A. Pérez V.

2017 año apocalíptico, por Nelson A. Pérez V.

Nelson A. Pérez

Culmina el año más catastrófico de la historia republicana de Venezuela, y el penúltimo de la revolución castro comunista del socialismo del siglo XXI, con una secuela de acontecimientos políticos, sociales y económicos jamás vividos por el pueblo venezolano.

La industria petrolera venezolana, otrora, la tercera industria petrolera más importante del mundo energético pasó de producir 3.200.000 b/d de petróleo en 1.999 a producir 1.863.000 de b/d para octubre de 2017. Es decir una merma en la producción de hidrocarburos de 1.337.000 b/d de crudo. De la producción actual 505.000 b/d se destinan al pago de la deuda con China, exportación ésta que no genera flujo de caja pues ya el régimen dispuso de los ingresos de ese endeudamiento. Por otra parte 123.000 b/d de petróleo prácticamente se le regalan a las islas del caribe, principalmente a Cuba quien lo revende en el mercado internacional. Actualmente importamos, aproximadamente, 453.000 b/d de crudo para compensar la demanda en la elaboración de gasolina para el consumo interno y crudo para mejorar los grados API del petróleo que se extrae actualmente. Las exportaciones netas al mercado norteamericano rondan los 600.000 d/d. cuando antes exportábamos 1.200.000 b/d a loa EEUU. Ello ligado a la merma en los precios de hidrocarburos a nivel internacional habla por sí solo del déficit crómico en las finanzas públicas. De las 4 plantas catalíticas para la producción de combustibles solo funciona una, luego el déficit de gasolina y gasoil para el parque industrial termo eléctrico y automotor es crónico, absorbemos diariamente 200.000 barriles de combustible y solo producimos a duras penas 60.000 barriles diarios.

Esta dantesca destrucción de PDVSA que afecta también a la industria eléctrica y las empresas básicas de Guayana, en estos años de “revolución bonita”, aunada a las distorsiones en la política cambiaria establecida por el régimen, que recibe los dólares petroleros a 10 Bs/$, han trasformado a PDVSA y al BCV en máquinas productoras de híper inflación.

El BCV financia los gastos operativos de PDVSA, industria eléctrica, Industrias básicas de Guayana y todo el parque industrial del Estado, emitiendo deuda financiera a través de la emisión de dinero inorgánico. Ese dinero fiduciario drena al circulante monetario vía gasto, y como el aparato productivo está prácticamente quebrado, el dinero que no consigue comprar bienes y servicios migra a la compra del dólar paralelo disparando la paridad cambiaria que hoy se ubica en tres tramos: dólar petrolero 10 Bs/Dólar, Dicom 3.335 Bs/$ y el paralelo, el denominado dólar to day en 100.000 Bs/$. Como el dólar Dicom, está como jarrón chino (intocable), y no se subasta por falta de oferta de divisas, entonces el industrial y comerciante para importar compra dólar paralelo, este enorme costo financiero se traslada a la estructura de costos de los bines y servicios que consumimos y la híper inflación se dispara. Por otra parte las reservas internacionales rondan los 8.500 millones dólares, con niveles de liquidez en divisas en su mínimo histórico, con un nivel de importaciones que ronda el 80% de los bienes que consumimos.

Surge también en este desastre económico una nueva modalidad de precios que apuntala la inflación, el denominado bachaqueo generalizado producto de la aguda escasez de bienes y servicios. Esta modalidad inflacionaria implementada por el régimen tiene su máxima expresión en las bolsas CLAP mediante los bienes perecederos que se importan y forman parte de la dieta básica del venezolano. El guiso de corrupción y matraca es gigantesco. PDVSA la convirtieron a su vez en una lavadora de dólares y centrifuga de corrupción. En los bancos de Andorra está el resultado, millones y millones de dólares en manos de la cúpula roja rojita narcotraficante. Los choros del gobierno pelean por el botín y sacrifican cabezas visibles del régimen en un fetichismo de legalidad y lucha contra la corrupción.

El gobierno se inventa el Petro como nueva moneda fiduciaria en circulación, para eludir las sanciones económicas que los EEUU, Canadá, Japón y la Unión Europea le imponen al naco régimen. En principio, el rol de las monedas en el mundo mercantil es ser instrumentos de cambio, unidad de cuenta, medio de pago, equivalente universal de la mercancía que se transan, y debe representar en términos de precios el valor real de los bienes y servicios transados. Cuando las monedas y billetes no cumplen este, su rol fundamental, por efectos de la inflación, los gobiernos se ven obligados a realizar los ajustes macroeconómicos pertinentes a objeto de corregir la distorsión inflacionaria para que el dinero cumpla su rol de pactar lo que se compra y se vende.

Las criptomonedas juegan un papel perverso en la economía, y representan la próxima, gigantesca, burbuja financiera que azotará al mundo. Esta moneda fiduciaria, sin respaldo de la economía real, funciona en la práctica basando su precio, en los volúmenes de las transacciones y la credibilidad individual de los denominados mineros (compradores y vendedores) en las transacciones realizadas. Luego el nivel de los precios de las criptomonedas fluctúa en el aire sin respaldo real. Es decir cualquier circunstancia que desmejore la credibilidad en las transacciones de la moneda electrónica, provocará una debacle financiera en ese mundo de transacciones virtuales. Además representa la más gigantesca evasión en las trasferencias de capitales de un país a otro, pues no existe control de los Bancos Centrales de los países. En fin, es el perfecto mundo financiero para el narco tráfico y legitimación de capitales. El régimen legalizó con la aceptación del petro como moneda de circulación nacional, la legitimación de capitales del narco tráfico en suelo venezolano. Es más, avala esas transacciones con petróleo, lo que no han ello los creadores del dinero fiduciario. El país está, financieramente, prácticamente quebrado.

El aparato productivo nacional público y privado, ajeno al sector petrolero ha sido destruido, apenas funciona al 30% de su capacidad instalada. Con ello la gigantesca escasez de bienes y servicios que coloca al ciudadano de a pie en condiciones de precariedad y angustia nunca antes conocida por el pueblo. La diáspora de venezolanos que huyen del país ronda los tres millones habitantes. Los que se quedan sufren hambre, enfermedades, delincuencia, secuestros, encerrados en sus espacios sin poder trasladarse al interior por escasez y quiebra del sector transporte.

Después de tanto sacrificio en marchas, contramarchas, muerte, presidio, etc. La MUD, por sus terquedades y falta de estrategia política, ya forma parte del cansancio y fatiga del pueblo en la lucha por salir del régimen.

El cacareado y recurrente dialogo lo que ha permitido es que el régimen gane tiempo en su tormentoso devenir. En el peso y contrapeso de dialogo y la crisis social, se le puede escapar, de las manos, al régimen su fanfarroneada paz social.

El año 2018 nos jugamos a Rosa Linda. O salimos del comunismo narcotraficante o nos quedamos en él.

Como siembre he dicho en mis comentarios y análisis: “la dialéctica nos señala que todas las cosas en el universo, se desarrollan de lo particular a lo general y siempre en ese sentido.” Lo particular es que el pueblo debe tomar conciencia que la salida del régimen depende, necesariamente, de la aptitud que tome la gente en cuanto a la necesidad, obligante, de acudir masivamente al acto electoral venidero, si creemos que la salida es democrática, como debe ser.

El mundo democrático internacional nos apoya y actúa en consecuencia, por ello ha sancionado política y económicamente al régimen y sus secuaces. Esa es su altísima colaboración con el sufrido pueblo venezolano. No pude hacer más. Lo otro sería una intervención armada que generaría muerte y sacrificios políticos incalculables en el escenario internacional. La mesa de dialogo no dará resultados extraordinarios, es solo un trapo rojo del gobierno para ganar tiempo. No cambiarán al CNE pues ese es su caballo de Troya, no dejarán de reconocer su fraudulenta e inconstitucional ANC pues es su pulmón legislativo para sus fechorías legales, por tanto no reconocerán a la AN más allá de ser un estorbo para el régimen. No permitirán el canal humanitario pues es reconocer, ante el mundo, su rotundo fracaso económico. De tal manera que iremos a la contienda electoral presidencial, prácticamente en las mismas condiciones electorales del pasado. Ello no significa derrota. Si asistimos masivamente las elecciones, el tsunami de votos democráticos los aplastará definitivamente, ya lo logramos el 15 de diciembre del 2015.

Pero también debemos renovar el escenario político, suficientes errores han cometido los que utilizan la política como un trampolín personal es sus locuras presidencialescás.

Debemos construir un nuevo liderazgo ajeno al pantano político de la cuarta y quinta república. El país es la prioridad en el nuevo escenario político. Construyamos Un liderazgo político aglutinante que una al pueblo. Un líder político con credenciales limpias en donde el trabajo y la educación sea su carta del éxito. Con un mensaje esperanzador, constructor de bienestar y no los dimes y diretes entre líderes ya desgastados. Con un programa de gobierno unitario, solido, asumido por todos, que nos saque de la crisis y restituya la democracia.

Feliz fin de año a todos mis compatriotas. Y como dicen los cubanos “la vaina está tan mala que se está poniendo buena”.

Miembro del secretariado político del Movimiento Progresista de Venezuela.
MPV
Nelsonapv1948@ Hotmail.com
@nelsonperezav

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