Un muñeco que encarna al defensor panameño Román Torres, figura que anotó el gol para clasificar a un Mundial por primera vez en la historia, arderá sin compasión junto a al exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014) y su sucesor Juan Carlos Varela, como tradición para culminar el año viejo, reseñó EFE.
En el distrito de Chame, unos 72 kilómetros al oeste de Ciudad de Panamá, deportistas, políticos y dibujos animados están a la espera de la última noche del año viejo, pero antes son utilizados como recreación para atraer a nacionales y extranjeros, estos últimos decidirán si tomarse una fotografía o comprarlos para su casa antes de que se vuelvan cenizas.
Uno de ellos es el zaguero central de la selección de fútbol de Panamá, que aguarda ataviado con su uniforme y sus inconfundibles rastas las llamas de el 31 de diciembre, así detalló a Efe Víctor Álvarez, un joven artesano que se dedica desde hace siete años a exhibir con picardía y burla su muñecos a los panameños.
Comentó que este año el personaje más solicitado fue la estrella del balompié panameño por su hazaña de meter a la selección por primera vez y de manera directa al Mundial de Rusia 2018.
La figura que mide unos 2,74 metros (9 pies) de alto, ya fue visitada por el jugador Torres, quien no evitó tomarse un foto junto a su doble de poliestireno.
Otros personajes es el de Martinelli, detenido en Estados Unidos con fines de extradición por presuntas escuchas ilegales, que no escapó de la creatividad de Álvarez, al vestirlo con uniforme de reo color marrón con el número 099 en alusión a su gran cadena de supermercados Súper 99, combinado con unas esposas y grilletes.
“Martinelli, es uno de los personajes que aún aclama la sociedad panameña y es muy pedido por mis clientes, cuando hago al de Varela las personas ni siquiera se quieren tomar fotos con él y es difícil venderlo”, expresó el artista plástico.
A bordo de un “Tortu-Metro” el mandatario Varela es representado con una silueta de tortuga, en está ocasión por la realización de un transporte ferroviario (pasajeros y carga) de alta velocidad que unirá a Panamá y la provincia occidental de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
Para el artesano, sus creaciones representan un arte crítico, que busca concienciar a la sociedad de las acciones que han realizado ambos políticos panameños.
Otro de los pintorescos personajes que no se quedó atrás y arderá con otros muñecos es del famoso contenido viral conocido como el “negro de Whatsapp”, en una versión censurable, pero con su típica toalla verde en el cuello y su sombrero veraniego.
“La gente se ha divertido y se toma fotos jocosas. Este muñeco tiene el símbolo de la red social en forma de censura, porque hay que hacer las tradiciones de forma que todo público lo pueda ver”, explicó.
Álvarez, que realiza la tradición que repetía su bisabuelo, relató con tristeza que la costumbre de hacer muñecos se está perdiendo y que no se ve como antes.
“Años atrás cada casa tenía un muñeco sencillo confeccionado con cabeza de coco y hierba sentados en una silla, eso ya no se ve”, sentenció el joven panameño.
Aunque aseguró que ahora la clase profesional y pudiente se ha motivado en la compra de esos productos folclóricos, convirtiéndolo en un mercado que se apuntaló por la receptividad y popularidad que le dieron sus pobladores.
Pintura y poliestireno, para elaborar la cabeza; y tallo seco de plátano y hasta pirotecnia, para rellenar los cuerpos vestidos, son los materiales que requiere en su taller para dar “vida” a las figuras que vende a precios que van desde los 150 a los 400 dólares.
Ahora, sus modelos pintorescos ocasionan una considerable congestión vehicular en la Interamericana -que atraviesa a Panamá de punta a punta-, donde los conductores se distraen para ver las figuras.
Los muñecos de año viejo, también llamados “monigotes”, son uno de los tantos rituales latinoamericanos para dejar atrás las malas energías en el año viejo que termina y recibir con “limpieza” lo bueno del nuevo año.