Confirman dos muertes por fiebre amarilla en área metropolitana de Sao Paulo

Confirman dos muertes por fiebre amarilla en área metropolitana de Sao Paulo

OMS FIEBRE AMARILLA

Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil y que ha cerrado una veintena de parques públicos como medida preventiva para evitar un brote de fiebre amarilla tras la muerte de varios monos, confirmó hoy los dos primeros casos de óbitos de humanos por la enfermedad en su región metropolitana.

De acuerdo con un boletín de la Secretaría Regional de Salud, exámenes de laboratorio confirmaron la fiebre amarilla en tres pacientes con sospechas de haber contraído la enfermedad, dos de los cuales murieron mientras que el tercero sigue hospitalizado.

Se trata de las primeras muertes de humanos confirmadas en la región metropolitana de Sao Paulo desde que las autoridades comenzaron a adoptar medidas preventivas en octubre pasado ante la multiplicación de los casos de monos muertos por la enfermedad en parques públicos.

Los monos no transmiten la fiebre amarilla a los humanos, pero sí son hospederos del virus y pueden contagiar a las dos especies de mosquitos silvestres capaces de transmitir la enfermedad.

Pese a que las primeras víctimas eran residentes en la capital, la secretaría de Salud sospecha que contrajeron la enfermedad en viajes a Mariporá, uno de los municipios de la región metropolitana de Sao Paulo, con amplias áreas de reserva y en el que más se han registrado casos de monos muertos por fiebre amarilla.

El coordinador del sector de control de enfermedades de la secretaría regional de Salud, Marcos Boulos, explicó que las víctimas viajaron a Mariporá para pasar los festivos de navidad y año nuevo y al parecer contrajeron la enfermedad en esa región.

“Casi toda la población de Mariporá (un 90 %) ya fue vacunada contra la fiebre amarilla por lo que quien contrae la enfermedad es de otras regiones y viaja al municipio sin la inmunización”, explicó el funcionario.

“Es importante que las personas que viajen a Mariporá se vacunen antes y que usen repelente para evitar la picada de los mosquitos que transmiten el virus de la fiebre amarilla”, agregó.

En octubre pasado la ciudad de Sao Paulo cerró al público el acceso a trece parques en los que fueron confirmados casos de monos muertos por fiebre amarilla para evitar un brote y en diciembre prohibió el ingreso a otros diez parques naturales.

La mayor ciudad de Brasil y de Sudamérica igualmente lanzó una intensa campaña para vacunar contra la fiebre amarilla a la población de todas las áreas en riesgo, incluyendo la de diversos barrios de Sao Paulo así como la de otros municipios del área metropolitana como Mariporá, Guarulhos e Itapecerica da Serra.

El temor igualmente a brotes de fiebre amarilla obligó a la Secretaría de Salud del estado de Río de Janeiro a iniciar campañas intensivas de vacunación en los municipios de Nova Iguazú, Tanguá y Miguel Pereira, próximos a reservas ambientales en donde también fueron confirmados casos de monos muertos por la enfermedad.

Igualmente fue intensificada la campaña de vacunación en Brumadinho, un municipio en el estado de Minas Gerais próximo a Belo Horizonte, la capital regional, en el que fueron confirmados dos casos de pacientes con fiebre amarilla en humanos, uno de los cuales ya murió.

El Ministerio de Salud había declarado en agosto del año pasado el fin de la emergencia sanitaria provocada por el brote de fiebre amarilla que afectó toda la región sudeste de Brasil y que provocó, entre diciembre de 2016 y agosto de 2017, 261 muertes y otros 777 casos comprobados de contagio.

Gran parte de la población de Sao Paulo ya había sido vacunada como parte de la campaña de prevención por el brote de fiebre amarilla registrado en el primer semestre del año pasado y que afectó también a los estados de Minas Gerais, Espíritu Santo y Río de Janeiro, todos en el sudeste de Brasil, la región más poblada del país.

La emergencia por dicho brote ya fue levantada debido a que el Ministerio de Salud registró el último caso en junio.

Para atender la demanda de la población, el Gobierno distribuyó el año pasado 36,7 millones de dosis extras de la vacuna contra la fiebre amarilla. EFE

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