Julio César Arreaza: Obispos sincronizados

Julio César Arreaza: Obispos sincronizados

 

En estos tiempos aciagos los obispos y el pueblo han estado sincronizados.

Mons. Padrón cumplió una excelente gestión al frente de la Conferencia Episcopal.

La iglesia se preocupa y ocupa solidariamente de la vida de nuestro pueblo: su salud, su alimentación, sus medicinas, su seguridad, su empleo, su educación; le duele la situación inhumana de los presos, comunes y políticos, aunada a la pena de que el régimen impide a sus pastores visitarlos. Los oprimidos son la mayoría del pueblo, sin distinciones de clase o ideología.

Desde Cáritas, Invecapi y Apep la iglesia ofrece una ayuda efectiva en alimentos, medicinas, educación y capacitación para el trabajo. La finalidad del Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en nutrición y salud, es librar a los niños comprendidos entre 0 y 5 años de edad de la desnutrición galopante. Y alertar sobre los riesgos de predecibles enfermedades cerebrales que pueden causar estragos.

Son condenables los regímenes que ponen a las ideologías por encima de las personas, y asumen el poder como dominación. La centralidad de la persona es la clave, el hombre concreto de carne y hueso, historia, fe, esperanza, sentimientos, desilusiones, frustraciones, dolores, heridas.

El fracaso es rotundo, la raíz es el marxismo castrista. De esta ideología nacen una política económica equivocada, científicamente desactualizada, técnicamente superada e históricamente fracasada, una organización política de manifiesta intención excluyente, una inclinación a perpetuarse en el poder.

La lucha contra la corrupción fue el argumento en 1992 de los golpistas, para irrumpir contra un gobierno legítimo y democrático. Lo que sucede hoy resulta una burla trágica, porque el régimen no democrático en sus decisiones, actuaciones y proyectos,  tampoco es legítimo en su desempeño.

La ANC comunal cubana es un engendro estratégico de carácter político que no es ni originaria, ni plenipotenciaria, puesto que lo originario es sólo el poder soberano del pueblo.

La política lo ha invadido todo. Si cambia la política, cambiará la calamitosa situación del país. Prioritario es la reestructuración equilibrada del CNE y la garantía internacional de las elecciones presidenciales libres, justas, y confiables.

Contra el régimen se vienen realizando manifestaciones de protesta, con destrozos y saqueos de negocios, motivadas por el desabastecimiento de alimentos y gasolina. Se desarrolla un proceso de convulsión social.

El hambre no se logra resolver estructuralmente ni con bolsas de comida, ni con bonos mensuales. Si, por una parte, son un paliativo, por otra crean hábitos de mendicidad. Al desastre económico que padecemos, se añade la híper corrupción del oficialismo. El pueblo se resiste frente a dictaduras y malos gobiernos.

¡No más prisioneros políticos, torturados ni exiliados!

 

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