Cada acción tiene una reacción, en el contexto político actual, las del gobierno deberían producir: unidad, proyectos de cambio, trabajo político… paradójicamente la oposición venezolana hace lo contrario. La MUD implosiona por las divisiones surgidas de las diferentes visiones, unos dicen que por intervención; otros guarimba o calle – que cuando ha tomado fuerza es apoyada, pero cuando está débil es desconocida, ese: yo no fui, me revienta -; otros en la vía electoral en el deja vu del bipartidismo, otros en el dialogo, pero se comportan para ser la primera fuerza de oposición, no para ser gobierno.
En la máxima de Eudomar Santos se impone y cada sector arrima ascua a su sardina, sin un sentido de país. Resultado de una democracia rentista, donde voto y hago lo que me da la gana, una dirigencia, porque no pueden llamarse líderes, cómoda, en la repartición de espacios de poder. Entonces pasa de ser un bloque opositor importante, a lavarle la cara al gobierno.
Esta dolorosa realidad muchos no llegan a reconocerla, en el falaz orgullo herido prefieren decir: que si votamos ganamos, que la MUD va a cambiar, que la estrategia está diseñada y que debemos confiar, en la comodidad ancestral que nos caracteriza.
Este año la Asamblea Nacional ha quedado disminuida en su actuación de control y legislación, facultades que ejerce el Poder Ejecutivo con el apoyo del Tribunal Supremo de Justicia. El Ejecutivo elabora el presupuesto, lo presenta ante TSJ y el Vicepresidente aprueba los traslados de partida ¡Paga y se da el vuelto! Esta actuación antidemocrática es rechazada por la comunidad internacional, atónita frente el exagerado control que ejerce el gobierno de los poderes públicos y de la sociedad.
El espacio político ha quedado sólo y únicamente para el gobierno. El PSUV gana elecciones con un ventajismo grosero, entregando el dinero, que es de todos, a los que voten por ellos. Si no ganan, nombran un protector, no envían recursos, ni los Alcaldes ni Gobernadores opositores son tomados en cuenta para nada.
El TSJ saca a la MUD del juego, y la reacción es: no hay problema, como Alf, vamos a valida AD y PJ, no loga valida PJ, no hay problema: pedimos otra oportunidad. Partidos que aunque sancionados duramente son los que van a dialogar. COPEI intervenido por el TSJ – no veo a Mikel Moreno nombrando una persona que no haga lo que él dice – , el MAS fuera y dentro de la MUD, inscribe candidaturas a propios y extraños … Lo cual me hace concluir que el gobierno creó una oposición a su medida.
Mientras el gobierno fortalece su esquema de control social, miedo, misiones, dadivas, asesinatos… y guaralea a la oposición, la sociedad está paralizada en la desesperanza.
¿Cómo transformamos esa desesperanza en esperanza? ¿Cómo reaccionamos? ¿Cómo hacemos para que esta nación crezca y se desarrolle con equidad? ¿Actuando igual que el gobierno? o ¿diferenciándonos? Esta importante parte del ¿Cómo? lo dejo para desarrollarla la próxima semana.