Dick Morris, el afamado asesor político, ha escrito un artículo en The Western Journal citando las impresiones de Henry Kissinger, ex secretario de estado estadounidense, sobre la calidad y rumbo de la política exterior del gobierno de Donald Trump donde predice su éxito
“Todos los que favorecen a (Hillary) Clinton nunca lo admitirán. Nunca admitirán que él es el único y verdadero líder. El hombre está haciendo cambios como nunca antes y lo hace por el bien de la gente de esta nación. Después de ocho años de tiranía, finalmente vemos una diferencia“.
Luego continúa explicando cómo Trump lo ha hecho posible
Kissinger continúa: “Todos los países tienen que considerar dos cosas: una, la percepción de que el presidente anterior, o el presidente saliente, básicamente retiró a Estados Unidos de la política internacional, por lo que tuvieron que hacer sus propias evaluaciones de sus prioridades. Y en segundo lugar, que hay un nuevo presidente que hace muchas preguntas desconocidas. Y debido a la combinación del vacío parcial y las nuevas preguntas, uno podría imaginar que algo extraordinario y nuevo surge de ello”
Entonces Kissinger lo dice sin rodeos: “Trump pone a América (EEUU) y su gente primero. Esta es la razón por la cual la gente lo ama y esta es la razón por la que permanecerá a cargo por tanto tiempo. No hay nada malo en él y las personas necesitan abrir los ojos“.
Kissinger una vez explicó que él y Nixon consideraban que era importante convencer al líder soviético Brezhnev de que el presidente de los Estados Unidos era impredecible y capaz de cualquier cosa. Trump ha mantenido a raya a Corea del Norte y ha logrado que China acepte sanciones contra su gente y compañías que hacen negocios con Pyongyang con esa estrategia.
Cuando se vanagloria de tener un “botón rojo más grande” que Kim Jung Un, transciende la retórica del pasado que obliga a un nuevo reconocimiento del poder estadounidense.
Kissinger escribió una vez, “el débil se fortalece por el descaro. Los fuertes se debilitan a través de la inhibición“. Ninguna frase capta mejor la relación entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Trump está descartando las inhibiciones y llama la atención sobre el descaro de Corea del Norte.
Al igual que Kissinger hubiese hecho.
Su punto es que el contraste entre la retirada estadounidense bajo Obama y su nueva afirmación de poder bajo Trump crea una nueva dinámica que todos y cada uno de nuestros aliados y nuestros enemigos deben considerar.
Crecieron complacientes con la pasividad de Obama y ahora tienen miedo debido al activismo de Trump. Y deben equilibrar a los dos en el desarrollo de sus políticas.
Se dan cuenta de que las viejas suposiciones, catalizadas por la preocupación de Bush con Iraq y la negativa de Obama a dirigir son obsoletas. Entonces, Trump está forzando un nuevo cálculo con un nuevo poder detrás de los intereses estadounidenses.
Aquellos, aquí y en el extranjero, que se montaron en esa vieja carroza se preocupan ahora por su derrocamiento.
Pero, como Kissinger afirma tan audazmente, Trump “es el único y verdadero líder” en los asuntos mundiales y está forzando cambios en las políticas poniendo a Estados Unidos primero.
Dick Morris fue asesor del presidente Bill Clinton y es encuestador y asesor político.