Migración venezolana en constante crecida en Norte de Santander

Al menos 434 familias venezolanas en condiciones irregulares se han residenciado en 2017.
Al menos 434 familias venezolanas en condiciones irregulares se han residenciado en 2017.

 

El flujo de inmigrantes venezolanos sigue aumentando sin control en Ocaña, Norte de Santander, dijo William Alonso Pacheco Ortiz, director de la Oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, reseñó La Opinión.

La crisis por la que atraviesa la región se inició en 2014 a causa de la crisis económica y social de Venezuela, y de inmediato llegó a Ocaña.





Este año, desde el 31 de enero hasta la fecha, se ha registrado el ingreso de 77 familias de inmigrantes a la provincia (357 personas).

Además, entre 2014 y 2017 ingresaron 1.580 personas.

Es decir que el flujo de venezolanos con relación a los años anteriores está creciendo de manera acelerada, explicó Pacheco Ortiz

Según estadísticas hechas dadas por la oficina de Gestión del Riesgo, en la provincia hay 1.937 venezolanos en condición irregular, sin contar los inmigrantes que no acuden a las autoridades.

Pacheco afirmó que alrededor de dos mil venezolanos trabajan de manera irregular en varios sectores.

“En esta dependencia, los inmigrantes se registran, explican de dónde vienen, y cuentan cómo ingresaron al territorio”, agregó el funcionario.

Cancillería no ha implementado planes de acción, como rutas o nuevas directrices, para disminuir esas cifras, dijo Pacheco. “Lo único que hace es garantizar el mínimo vital, servicios de salud por urgencias y brindar a los niños el derecho a la educación”, aseguró Pachecho.

Debido a esto, el comercio informal se está tomando las principales calles del Centro comercial a cielo abierto, y la invasión del espacio público ha crecido notoriamente.

Elio Ignacio Barrera Quintero, coordinador de la oficina del espacio público, dijo que los vendedores informales se ubican más en el parque principal y en la central de abastos.

Agregó que los inmigrantes se dedican especialmente a la mesonería, ayudantes de construcción y prostitución.

Según el funcionario, el número, se han aumentado los casos de invasión de lotes privados en la urbanización Trasparencia del sector el Hatillo, robos, indigencia y riñas entre ellos mismos.

Los comerciantes y vecinos de la zona, piden la solución de este problema que los aqueja.

“No sabemos qué debemos hacer con ellos, qué ruta a seguir o cómo manejar los temas laborales”, dijo Barrera.

La ciudadanía está deseperada porque hay mucha inmigración. Lo que se necesitan son estrategias efectivas para mitigar la difícil situación, concluyó el funcionario.